BEIJING, 6 marzo (Xinhua) -- El ministro de Hacienda chino Lou Jiwei defendió hoy viernes la política fiscal moderadamente expansiva del país, afirmando que es necesaria a la hora de enfrentarse a la presión a la baja de la economía.
"Debemos adoptar una política fiscal moderadamente expansiva para afrontar las presiones a la baja, mientras desapalancamos paso a paso la economía evitando que se precipite", dijo Lou en una conferencia de prensa durante la actual sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo de China.
Todavía no son obvias las señales de recuperación de la economía mundial, incluidas las de Estados Unidos, dijo el ministro, añadiendo que China se verá afectada por esta "nueva normalidad" de la economía mundial.
China mantendrá invariable su posición política macroeconómica en 2015, comprometiéndose a aplicar una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente, según el Informe sobre la Labor del Gobierno hecho público el jueves por el primer ministro, Li Keqiang.
Una política fiscal proactiva denota una política moderadamente expansiva que crea demanda y estimula la economía, principalmente expandiendo la demanda interna, mientras el objetivo último de una política monetaria prudente es mantener los precios estables.
China también incrementó su déficit presupuestario al 2,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, respecto al 2,1 por ciento del año pasado. Lou dijo que de acuerdo con otra serie de reglas de cálculo, el actual coeficiente déficit-PIB podría elevarse hasta el 2,7 por ciento aproximadamente.
Al subrayar la "fuerza" de la política fiscal, Lou afirmó que ésta jugará un papel esencial a la hora de apoyar el crecimiento económico y resistir la presión a la baja.
Al admitir un crecimiento amortiguado en los ingresos del gobierno, Lou afirmó que el ministerio ha tomado varias medidas para afrontar el problema, como elevar el impuesto al consumo de petróleo refinado o pedir a los fondos soberanos de inversión que entreguen sus beneficios.
La economía china creció un 7,4 por ciento el año pasado, el ritmo más ralentizado desde hace 24 años. El gobierno chino rebajó ayer jueves su objetivo de crecimiento económico al 7 por ciento aproximadamente para este año.
|