Posteriormente, se realizó una misa católica en honor a San Sebastián, patrón de la ciudad, y a su fundador, Estácio de Sá, a cargo del arzobispo de Río, el cardenal Oraní Tempesta.
En el centro de la ciudad, miles de personas comieron al mediodía una gigantesca torta rellena de dulce de leche de 450 metros de longitud y ocho toneladas de peso.
Las celebraciones también incluyeron una carrera de piragüismo disputada entre la orla oceánica y la Bahía de Guanabara y un torneo de voley playa con medallistas olímpicos de Estados Unidos y Brasil en las playas de Copacabana, además de un partido correspondiente al campeonato Carioca de fútbol entre los equipos del Flamengo y del Botafogo, dos de los cuatro gigantes del fútbol brasileño y carioca.
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