El fondo para las operaciones de contingencia en el extranjero está previsto en 50.900 millones de dólares, ramo considerado aparte de los 534.000 millones de dólares del presupuesto base. Esta es la menor solicitud desde el año fiscal 2002.

Los fondos financian la continua transición responsable en Afganistán. También aportan 5.300 millones de dólares para las operaciones contra las fuerzas del Estado Islámico (EI). Esto incluye el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas iraquíes y la investigación y capacitación de las fuerzas moderadas de la oposición siria.

Por prioridad, las prioridades estratégicas actuales para los fondos presupuestarios incluyen el reequilibrio en Asia-Pacífico, mantener los compromisos de Estados Unidos con Europa y Medio Oriente y sostener un enfoque global en el combate a los extremistas violentos.

El presupuesto también da prioridad y protege las inversiones tecnológicas clave y busca continuar los esfuerzos encaminados a formar asociaciones innovadoras.

Mike McCord, subsecretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, describió el presupuesto como un plan equilibrado. "Está diseñado para proteger hoy a Estados Unidos, además que posiciona al ejército de Estados Unidos para enfrentar las amenazas del mañana", indicó McCord en una declaración.