Reinventando el “pepito” en reposteria francesa

Actualizado 2015-01-27 09:39:20 | Spanish. xinhuanet. com

Su nombre cambia alrededor del mundo: pepitos, chuchos, relámpagos, jacobos, pero todos sirven para describir esta deliciosa pasta francesa alargada rellena que ahora vuelve con fuerza en París, los grandes reposteros galos están reinventándola con una amplia gama de sabores modernos.

Tiene más de 150 años, pero el pepito sigue con un aspecto igual de apetitoso. Ahora, este clásico de la pastelería francesa vuelve a estar de moda gracias a que varios de los grandes chefs parisinos están especializándose en él, creando nuevos colores y nuevos sabores que no dejan indiferente a nadie.

El director de producción de L'Atelier de l'Eclair, Damien Fournier dice :"Dulce o salado, los pepitos son como los macarrones: se venden muy bien porque a la gente le gustan. Por eso es importante sorprenderles y ofrecerles otros sabores: hay muchas cosas buenas aparte de los rellenos básicos de chocolate o café."

Buena parte de la clientela la componen turistas.

El turista de Nueva York, Tariq Kirksay expresa :"Ya había estado antes en París; fue allí donde probé los pepitos por primera vez, y ahora vuelvo a estar aquí, y sigo comprándolos porque son tan...tan diferentes de lo que tenemos en Estados Unidos! No tenemos nada así en Nueva York."

El fundador de Eclair de Genie, Christophe Adam ha estado reinventando constantemente esta gema de la repostería francesa a lo largo de los dos últimos años.

Adam señala :"Me inspiro en la vida, en los viajes, en la lectura. Me encantan los libros de diseño. También tengo una libreta, una especie de libro de cuaderno de tendencias donde lo apunto todo. Hago collages, como los niños."

Adam abrió hace poco dos tiendas en Japón. Es una celebridad en el mundo de la repostería y ya se ha acostumbrado a conceder autógrafos y hacerse fotos con los turistas.

Adam indica :"Puedo afirmar que, desde que abrimos hace dos años, hemos tenido mucho éxito. ¿Por qué? Porque en nuestro primer día, cuando nadie sabía siquiera quienes éramos, vendimos 450 bollos y cerramos a las tres de la tarde."

Se vendieron a la velocidad del rayo, una expresión muy apropiada en este caso, ya que el nombre en francés de esta deliciosa pasta significa precisamente eso: relámpago. (Fuente:CCTV.com)

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