"Atravesamos las mismas circunstancias y situaciones en nuestras carreras. Ahí es donde él puede ayudarme más", afirmó.
Y fue en su cabeza donde Djokovic tuvo más éxito contra Raonic, quien al dudar de sí mismo sólo aceleró su derrota.
En la exhibición más evidente del juego mental de primer nivel de Djokovic, ganó dos sets en cinco minutos al presionar al canadiense que seguía lamentando una oportunidad fallida.
Con su propio servicio básicamente insuperable, el hombre que ganó más de 14 millones de dólares en premios el año pasado, avanzó a la semifinal con facilidad.
"Desde el primer juego hasta el último jugué en la forma que quise", expresó Djokovic.
El número uno del mundo ha ganado todos los títulos en los que ha llegado a semifinal y, gracias a su tenis impecable hasta ahora, es el favorito para llevarse su octavo título de Grand Slam la noche del domingo.
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