BRASILIA, 7 jul (Xinhua) -- La VII cumbre del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se efectuará el 8 y 9 de julio en la ciudad rusa de Ufa, ratificará la importancia de esa coalición en la política exterior brasileña en medio de las dificultades económicas del país sudamericano.
En entrevista con Xinhua, el profesor de Relaciones Internacionales Amado Cervo, de la Universidad de Brasilia (UnB), apuntó que el declive del protagonismo brasileño en el escenario internacional en los últimos años hizo que el BRICS quedara más desigual que en sus inicios.
El estancamiento económico, la baja participación de Brasil en el comercio internacional y las tensiones políticas internas hacen que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, llegue a Ufa en busca de apoyo a su esfuerzo para la recuperación económica brasileña, y de fortalecimiento de los lazos con sus aliados externos, explicó el especialista.
Para Cervo, autor del libro "Historia de la Política Externa Brasileña", Rousseff llega a esta reunión "bastante debilitada, porque en la medida en que Brasil declina, quedan dos grandes potencias emergentes en el BRICS", subrayó.
"China es la gran potencia emergente desde el punto de vista económico, financiero, diplomático y de peso bajo cualquier aspecto en el escenario internacional. Rusia es otra potencia desde el punto de vista geopolítico, por ejemplo ante la OTAN o la Unión Europea, como se ha visto con la cuestión de Ucrania", señaló.
"El gran problema de Brasil en el plano internacional es que perdió aquella imagen positiva y su capacidad de atracción de inversiones, el mundo económico extranjero mira al país con desconfianza", agregó.
Esa pérdida de peso político se traduce inclusive en que Brasil ya no es visto como líder en América Latina, al aportar poco para mejorar la infraestructura de la región, como lo pretendía en la época del gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
En función de la menguada presencia brasileña, el proyecto de los BRICS se constituyó como la coalición más importante para Brasil, por tratarse de una asociación de un gran poder político, diplomático y financiero.
El BRICS pueden ser "la gran coalición de poder al sur" para competir con las grandes coaliciones del norte.
Recordó que el viaje de Rousseff ocurre una semana después de una visita oficial a Estados Unidos, donde fue recibida por el presidente, Barack Obama, con lo cual se puso fin a un período de distanciamiento provocado por denuncias de espionaje.
Según el profesor, históricamente Brasil ha mantenido una posición "universalista", es decir, de asociación con todas las grandes naciones que pudieran ofrecerle oportunidades.
"Brasil juega siempre de todos los lados, tiene una política universalista sin prejuicios, es su tradición en política exterior asociarse con todas las potencias que puedan ayudarlo en su desarrollo. Por eso es tan comprensible que se haya encontrado con Obama como su encuentro esta semana con Putin", señaló.
"Los EEUU fueron el gran socio histórico de Brasil, como tuvo otras (alianzas), con Alemania, Japón, Italia, más recientemente con España y Portugal. Ahora afirma una gran alianza con China, de la cual espera recursos, tecnología y mercados para sus productos", agregó.
"En este sentido el BRICS mantiene su importancia por su capacidad de medirse con las grandes potencias del norte, pero Brasil no se va a distanciar de sus socios tradicionales. Lo que hace es explorar nuevas alianzas al sur, manteniendo su postura universalista", consideró.