SAN FRANCISCO, 7 jul (Xinhua) -- Un grupo de defensa con sede en Estados Unidos emitó el martes un comunicado, pidiendo esfuerzos para que se reavive el tipo de cooperación que EEUU y China forjaron por la paz durante la Segunda Guerra Mundial.

El llamamiento fue realizado por una organización sin ánimo de lucro de los Tigres Voladores, un escuadrón aéreo estadounidense que ayudó a los chinos a luchar contra la agresores japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, con ocasión de la conmemoración del 70º aniversario de la victoria de China en la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa y la guerra mundial antifascista.

La Organización Histórica de los Tigres Voladores, como se conoce al grupo de defensa, tiene sede en el estado estadounidense de California, y se dedica a preservar el patrimonio común EEUU-China. El grupo cree que la especial relación forjada entre los dos pueblos, basada en la cooperación el entendimiento y el sacrificio, eventualmente llevó a la victoria.

"La historia compartida, los sacrificios, el heroísmo entre los pueblos estadounidense y chino deben ser enfatizados. Como resultado, los agresores japoneses fueron derrotados", dijo el grupo. "La paz que fue conseguida siempre debería ser apreciada, y ser nuestro objetivo final".

"Para nosotros hoy, la historia ha fijado una base para nuestra continua amistad, entendimiento cultural, cooperación y, lo que es más importante, la confianza. Esperemos que los líderes de nuestras dos grandes naciones realicen esfuerzos continuos y conjuntos hasta que se vuelva a recuperar esa relación tan especial", explica el documento.

Los Tigres Voladores, oficialmente conocidos como Grupo Voluntario Estadounidense de la Fuerza Aérea China, fue fundado en 1941, y dirigido por el general estadounidense Claire Lee Chennault para ayudar a China a expulsar a las tropas japonesas invasoras.

La Organización Histórica de los Tigres Voladores fue fundada en 2007 para ayudar a recaudar fondos para construir un parque histórico en honor de los Tigres Voladores en Guilin, en la Región Autónoma Zhuang de Guangxi, sur de China, que abrió finalmente sus puertas el pasado mes de marzo.