BEIJING, 13 jun (Xinhua) -- La desavenencia por el Mar Meridional de China entre Beijing y Washington ha aumentado las tensiones en la región, pero la disputa respecto a este cuerpo de agua es sólo "un episodio" en las relaciones China-Estados Unidos y no un punto álgido como temen o lo han descrito muchos.
En un momento en que el futuro y fortuna de China y Estados Unidos están entrelazados más estrechamente de lo que jamás han estado, es imperativo para ambas considerar un panorama más amplio y evitar que esas tensiones solucionables se vuelvan un polvorín peligroso.
Como lo ha dicho Fan Changlong, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, las dos naciones "deben subir el nivel y mirar hacia el futuro lejano poniendo más atención a otros temas regionales e internacionales más importantes".
Fan hizo estas declaraciones el jueves durante sus conversaciones con el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, en el Pentágono, donde pidió al ejército de Estados Unidos reducir sus actividades navales y aéreas en el Mar Meridional de China.
El ejército estadounidense ha realizado recientemente una exhibición de fuerza ante China al enviar aviones de reconocimiento para volar sobre las islas y arrecifes de China en el mar Meridional de China que fue mostrado de manera intencional al mundo a través de una cámara de una red global de noticias de televisión.
También amenazó con continuar esos vuelos en el futuro para desafiar los reclamos legales de China, mientras trabaja arduamente para crear una alianza militar en la sombra para rodear a China.
No obstante, hacer todas las declaraciones y acciones coercitivas ahí sólo avivará las flamas. Lo que realmente se necesita es una cabeza fría, sentido común y una discusión franca para disminuir y no incrementar las tensiones.
Como ha enfatizado el gobierno chino en varias ocasiones, su construcción en las islas del Mar Meridional de China está totalmente justificada y es legítima pues estas islas y sus aguas adyacentes han sido territorios de China desde tiempos antiguos.
Además, la construcción y mantenimiento de las instalaciones de China en algunas de esas islas y arrecifes tiene como objetivo principal mejorar la vida y condiciones de trabajo de los residentes ahí y esa capacidad de construcción mejorará inmensamente la seguridad de navegación en la región.
Estados Unidos, que jamás ha sido una parte reclamante en la disputa del Mar Meridional de China, debe abstenerse de interferir en las actividades de construcción en las islas de China, algo que pertenece a asuntos internos de China.
Una mirada en la historia demuestra que las relaciones sanas y saludables China-Estados Unidos han beneficiado a ambos pueblos
Mientras que la relación entre Beijing y Washington está madurando, Estados Unidos debe saber mejor que permitir que este "episodio" domine su agenda bilateral eventualmente pone en peligro los esfuerzos de construir un nuevo tipo de relación entre potencias, lo que cuenta con beneficios mutuos y una cooperación ganar-ganar.