WASHINGTON, 30 jun (Xinhua) -- Alrededor de uno de cada tres adultos de Estados Unidos posee al menos un arma, indicó un nuevo estudio realizado en medio de los nuevos llamados para endurecer las políticas de control de armas en el país después de que un hombre armado blanco abatió a nueve feligreses negros en Charleston, Carolina del Sur.
De acuerdo con el estudio de la revista Injury Prevention publicado el lunes por la noche, cerca del 29 por ciento de los estadounidenses dijo que posee al menos un arma de los cerca de 300 millones de armas de fuego en manos privadas en Estados Unidos.
Las tasas de posesión de armas varían entre los estados, con la tasa más reducida en Delaware, con alrededor de cinco por ciento, y la más alta en Alaska con cerca de 62 por ciento, señaló el estudio.
Los investigadores también encontraron que los estados con mayores tasas de posesión de armas, como resultado de políticas de control de armas más relajadas, también registran las mayores tasas de muerte por armas de fuego.
El estudio se produce en un momento en el que la masacre ocurrida el 17 de julio en una iglesia de Charleston reactivó los debates sobre el endurecimiento de las políticas de control de armas.
En un severo discurso pronunciado después del incidente, el presidente de Estados Unidos Barack Obama dijo que el país tiene que enfrentar el hecho de que la desenfrenada violencia con armas sólo ocurre en Estados Unidos.
"Este tipo de violencia masiva no ocurre en otros países avanzados. No ocurre en otros lugares con esta clase de frecuencia", dijo Obama en el más reciente de sus 15 discursos sobre tiroteos masivos de su presidencia.
Después del tiroteo ocurrido en 2012 en una escuela de Newtown, Connecticut, que dejó 28 muertos, incluyendo a 20 niños, la administración Obama propuso adoptar leyes más severas sobre control de armas, pero fracasó.
Las leyes, que incluyen revisiones más amplias de los antecedentes de las personas y prohibiciones a las armas de asalto, fueron bloqueadas en el Congreso después de una firme oposición de los legisladores republicanos y de los grupos que defienden el derecho a tener armas.