NACIONES UNIDAS, 19 may (Xinhua) -- Las agencias de la ONU están llevando asistencia humanitaria a la gente que huye de la ciudad iraquí de Ramadi, pero advirtieron que hay insuficientes suministros y financiamiento humanitarios, indicó hoy el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, en la conferencia de prensa diaria.
Cerca de 25.000 personas han huido de Ramadi luego de los ataques y los intensos combates librados en la ciudad por el grupo militante Estado Islámico. La mayoría de los desplazados están huyendo hacia Bagdad y muchos intentan entrar a través de los puestos de seguridad, dijo Haq.
En respuesta a las urgentes solicitudes de las autoridades iraquíes, el Programa Mundial de Alimentos ha distribuido miles de raciones de respuesta inmediata, suficientes para tres días, y distribuirá alimentos en los lugares donde los desplazados internos se están concentrando en busca de seguridad, señaló el portavoz adjunto.
"El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y sus socios, el Consejo Noruego para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones están distribuyendo miles de equipos de emergencia con agua potable, artículos de higiene y otros suministros esenciales", dijo Haq.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió equipos móviles de salud y ambulancias a las zonas hacia las cuales están huyendo los desplazados, indicó el vocero.
Sin embargo, las agencias de la ONU están llevando a cabo sus operaciones con suministros y fondos que se están agotando.
Más de 2,5 millones de desplazados y refugiados reciben cada mes asistencia de las agencias de la ONU y sus socios. Pero el financiamiento de estos vitales programas está a punto de agotarse, indicó Haq.
"Para junio, 56 programas de salud tendrán que ser suspendidos. En julio, la cadena de suministro de alimentos se romperá", señaló el vocero.
La ciudad de Ramadi ha estado sumida recientemente en intensos enfrentamientos. El grupo militante Estado Islámico tomó el domingo el control total de la ciudad. El lunes, las fuerzas de seguridad iraquíes y las milicias aliadas sunitas y chiitas se congregaron en una base militar cercana en Anbar con el fin de preparar una gran contraofensiva para recuperar Ramadi.