SAN FRANCISCO, 28 abr (Xinhua) -- Centenares de sino-estadounidenses y coreano-estadounidenses se echaron a las calles de San Francisco este martes para exigir una disculpa por parte del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, que se encuentra de visita en Estados Unidos.
La manifestación comenzó por la mañana frente al edificio que alberga el consulado japonés en esta ciudad de la costa oeste y se prolongó hasta primera hora de la tarde.
El acto fue organizado por la Alianza Global para la Preservación de la Historia de la II Guerra Mundial en Asia y por la Asociación de Comercio Sino-Americana de San Francisco, junto con otros grupos, incluida la Cámara de Comercio Coreano-Americana del Norte de California y la Asociación de Mayores Coreano-Americanos de San Francisco.
Abe se encuentra este martes en Washington y también estará en San Francisco en el marco de su viaje a EEUU.
En el turno de preguntas durante su discurso de este lunes en la Universidad de Harvard, el premior nipón calificó a las mujeres de solaz, un eufemismo para las esclavas sexuales obligadas a servir al Ejército imperial japonés durante la II Guerra Mundial, como "víctimas de la trata de personas", una clara muestra de que culpa del sufrimiento de hasta 400.000 mujeres, la mayoría coreanas y chinas, a los ciudadanos locales en lugar de a la Armada de su país.
Al grito de "No escondas los crímenes de guerra", la multitud mostró su enfado con Abe y su último encubrimiento del pasado bélico japonés.
"No al militarismo, No al Japón imperial", exigieron los manifestantes.
En una carta que planeaban enviar a Abe, presumiblemente a través del consulado japonés, los organizadores pidieron que el Gobierno nipón reconozca y admita sus responsabilidades bélicas y ofrezca una disculpa nacional a través de su legislación.
También reclamaron que la administración de Abe deje de distorsionar la historia, especialmente no interfiera más en los materiales de enseánza y en la educación pública, en relación al papel de Japón como agresor y opresor de las naciones vecinas hace 70 años.
Sin embargo, ningún funcionario del consulado japonés salió para recibir la misiva, y miembros de los grupos organizadores que intentaron acercarse al edificio fueron amenzados con ser arrestados.