BRASILIA, 16 jul (Xinhua) -- El Ministerio Público de Brasil anunció este jueves que abrió una investigación sobre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) relativa a un supuesto tráfico de influencias a favor de la constructora Odebrecht.
Odebrecht es una de las empresas investigadas en la Operación Lava Jato (Lavadero), la cual analiza las denuncias de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Antes de la apertura de la investigación formal sobre el ex mandatario, había sólo un pedido de análisis preliminar sobre la relación de Da Silva con la constructora.
La hipótesis que será investigada es que el ex presidente recibía ventajas de la empresa, como viajes internacionales, para ayudar a la compañía en sus vínculos con el gobierno.
En especial, se apunta la influencia de Da Silva en el Banco de Desarrollo Económico y Social (BNDES), tras el fin de su mandato en 2010, para que la institución de fomento concediera créditos a Odebrecht para obras en países terceros.
Según la asesoría de prensa del Instituto Lula, el ex mandatario no se pronunciará por el momento, y en su oportunidad demostrará la legalidad de sus actividades.
En mayo, cuando surgieron las primeras versiones sobre denuncias contra él, Lula da Silva declaró que la élite brasileña teme la posibilidad de su regreso al poder, ya que el sistema brasileño permite la reelección ilimitada, siempre y cuando no sea por más de dos períodos consecutivos.
Un gigantesco esquema de corrupción involucra a ex directivos de Petrobras y de empresas proveedoras, incluyendo a todas las grandes constructoras brasileñas, por contratos irregulares que contenían sobornos, lavado de dinero y sobrefacturación de obras en la estatal.
Acusados en la negociación de contratos en Petrobras apuntaron, además, en las delaciones premiadas, a medio centenar de políticos que habrían recibido recursos obtenidos de esa manera para financiar sus campañas políticas.