Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 17 jun (Xinhua) -- Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos cumplen hoy seis meses de arduas negociaciones para restablecer las relaciones diplomáticas, sin que aún se vislumbre una fecha para la reapertura de embajadas.
El 17 de diciembre último, los presidentes de Cuba y Estados Unidos, Raúl Castro y Barack Obama, anunciaron de manera simultánea en La Habana y Washington, el inicio de esa negociación pública después de casi un año de contactos secretos.
Castro y Obama sorprendieron al mundo con un anuncio que abrió la puerta a la posibilidad de recomponer los vínculos entre dos países protagonistas de un enconado diferendo político casi desde el triunfo mismo de la Revolución cubana, el 1 de enero de 1959.
Desde ese momento, delegaciones de los dos países iniciaron contactos, que están hoy en un compás de espera, luego de tres rondas de conversaciones entre las dos partes.
Diplomáticos de los dos países se reunieron en Washington a fines de mayo último, en la tercera ronda de las conversaciones bilaterales que buscan el restablecimiento de las relaciones y la apertura de embajadas.
Luego de esa ronda, en la que ambas partes destacaron los avances, pero sin ofrecer detalles, el proceso entró una etapa de incertidumbre pública, pues no se sabe si habrá un cuarto encuentro o si en un plazo breve se reanudarán los lazos y se abrirán las respectivas legaciones.
Hace unas tres semanas, el Departamento de Estados anunció la remoción de Cuba de la Lista de países patrocinadores del terrorismo, una inclusión que era vista como un impedimento para avanzar en el restablecimiento de los lazos diplomáticos bilaterales.
El fin de semana último, el senador Jeff Flake, un republicano que aboga por la normalización de las relaciones, se reunió en La Habana con el Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodrñiguez, y con el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, y dijo que la fecha para que la apertura de las embajadas es "inminente".
En Washington, legisladores opuestos a Obama han agregado cláusulas a iniciativas de leyes presupuestales que anularían las decisiones presidenciales para levantar restricciones al comercio y al turismo.
Más allá de esos problemas internos, en la negociación, al parecer quedan por resolver algunos temas como el régimen de movimiento de los diplomáticos que en la actualidad ambos gobiernos mantienen con restricciones en las Secciones de Intereses de cada país, tanto en Washington como en La Habana.
Hace 38 años, en 1977, los entonces presidentes de Cuba, Fidel Castro, y de Estados Unidos, Jimmy Carter, acordaron abrir esas oficinas, bajo la protección legal de Suiza, como un único canal de comunicación oficial entre las dos naciones, cuyas relaciones diplomáticas fueron rotas por Washington en 1961.
En la actualidad, los diplomáticos cubanos en Estados Unidos no pueden viajar más allá de un radio de 40 kilómetros alrededor del Columbus Circle de Manhattan, o acercarse a Washington sin la autorización del Departamento de Estado.
Entretanto en Cuba, los representantes norteamericanos deben solicitar un permiso y entregar sus itinerarios a las autoridades cubanas si quieren viajar más allá de La Habana.
"Nosotros le hemos dicho al gobierno de Estados Unidos que estamos dispuestos a conversar sobre el tema y a su vez le hemos planteado que esto está asociado a un mejoramiento del comportamiento de la misión diplomática norteamericana y sus funcionarios", dijo a la prensa Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos de la cancillería cubana.
La jefa de la delegación negociadora cubana señaló que "hay actividades que realiza la Sección de Intereses (de Estados Unidos en La Habana), como por ejemplo organizar, entrenar, alentar, financiar, abastecer a pequeños grupos de personas que actúan en contra del gobierno de Cuba".
"Y eso es una acción que no es aceptable", subrayó la diplomática que denunció de esa forma un comportamiento que ha sido denunciado incluso por el presidente cubano Raúl Castro.
"Le manifesté al presidente (Barack Obama) concretamente, que lo que más me preocupa es que (los diplomáticos estadounidenses) continúen haciendo las cosas ilegales que hacen ahora", dijo Castro hace unas semanas, al comentar ante la prensa su encuentro en Panamá con el mandatario estadounidense.
En ese sentido, el gobernante cubano citó la capacitación a "periodistas independientes, ya sea en la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana) o en casas de diplomáticos" estadounidenses en Cuba.
Esos cursos son vistos por el gobierno cubano como parte de los esfuerzos de Estados Unidos para subvertir el gobierno y el orden interno en la isla.
"Esas cosas no se pueden hacer. Sencillamente, lo que planteamos es que todos tenemos que ajustarnos a los acuerdos sobre el comportamiento de los diplomáticos en todo el mundo, aprobado en la Convención de Viena de 1961", subrayó Castro.