ENTREVISTA: Candidato presidencial advierte que todas las condiciones están presentes para la somalización de Haití

Actualizado 2015-06-16 10:35:37 | Spanish. xinhuanet. com

SANTO DOMINGO, 15 jun (Xinhua) -- El candidato a la presidencia de Haití Fred Brutus comparó la situación de su país con los años previo a la crisis humanitaria que afectó a Somalia en los noventas del siglo pasado, debido a la fragilidad de la economía y a la debilidad del Estado haitiano, y en el contexto de un plan de regularización de extranjeros que al llegar a su fin amenaza con la deportación de miles de sus compatriotas radicados ilegalmente en la vecina República Dominicana.

"Todas las condiciones están presentes para la somalización de nuestro país. Por eso las elecciones son tan importantes", advirtió Brutus, quien aseguró contar con el respaldo de las iglesias haitianas, desde la católica y la protestante hasta el muy influyente y extendido vudú.

Brutus, de 62 años, dijo en una entrevista exclusiva con Xinhua que llegó a Santo Domingo para dar su "apoyo moral a esa gente que no puede recibir documentos del gobierno haitiano", en referencia a los miles de haitianos que no han podido registrarse en el programa dominicano de regularización que vence esta semana.

El plan nacional de regularización de extranjeros (PNRE) indocumentados fue lanzado el año pasado en cumplimiento a una sentencia del Tribunal Constitucional dominicano que en 2013 falló que una mujer de ascendencia haitiana nacida en el país, Juliana Deguis Pierre, no tiene derecho a la nacionalidad dominicana por ser hija de padres cuya condición de "extranjeros en tránsito" (sin residencia legal) la excluye de optar por ese derecho.

El gobierno dominicano ha dicho que al vencerse el plazo del PNRE este miércoles 17 procederá a deportar a todo extranjero que no se haya acogido al programa.

Brutus dijo hoy que República Dominicana tiene derecho a ordenar la presencia de extranjeros en su territorio, pero que debe tener en cuenta que los trabajadores haitianos fueron llevados a este país por el gobierno y empresarios privados sin garantizarles legalmente un estatus digno en el corte de la caña, los campos arroceros, los cafetales y la industria de la construcción.

"Ahora necesitan ser comprendidos y no humillados. La agropecuaria dominicana y la industria de la construcción necesita a los trabajadores haitianos y el gobierno hace lo correcto cuando quiere que todos estén documentados; pido por favor que no quede uno solo sin registrar ni sus descendientes sin derechos legítimos sin reconocer", dijo el candidato presidencial.

Cada año, miles de personas cruzan ilegalmente de Haití, en la parte occidental de la isla Hispaniola, a la vecina República Dominicana, ubicada en la parte oriental, en busca del trabajo que no consiguen en su propio país.

Según la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes difundida hace dos años, alrededor de medio millón de personas provenientes de Haití viven en República Dominicana, la mayor comunidad extranjera residente en este país, mientras otros 244.000 son dominicanos de ascendencia haitiana.

La investigación no diferenció entre inmigrantes legales e ilegales, pero una fuente consultada por Xinhua manifestó que la metodología abarcó a ambos componentes.

Haití y República Dominicana empezaron a coordinar la semana pasada la deportación de haitianos indocumentados que no se hayan acogido al PNRE.

A la fecha, alrededor de 240.000 extranjeros se han registrado en el Plan de Regularización, de los cuales más de 222.000 son inmigrantes haitianos, según comunicó la semana pasada el gobierno dominicano a las autoridades de Haití.

Pero "actualmente el gobierno haitiano es incapaz de proveer documentos a sus ciudadanos indocumentados fuera de su territorio", dijo Brutus, quien se comprometió a resolver "ese serio problema en el primer año de gobierno para felicidad de mis compatriotas y para que República Dominicana pueda ordenar a los extranjeros en su territorio".

El gobierno haitiano desarrolla un Programa de Identificación de Inmigrantes de Haití (PIDIH) desde julio del año pasado, con el fin de proporcionar documentos (certificado de nacimiento, carné de identidad, pasaporte) a descendientes de haitianos que viven ilegalmente en República Dominicana.

El embajador de Haití en Santo Domingo, Daniel Supplice, dijo el mes pasado que si bien Haití se había fijado la meta de identificar a 200.000 personas, sólo 52.000 haitianos indocumentados que viven en República Dominicana figuran en la actualidad inscritos en el programa, de los cuales apenas 2.000 han recibido su pasaporte y otros 15.000 su tarjeta de identificación nacional.

"El PIDIH es un gran fracaso porque un gobierno que se respete debe proveer documentos a sus ciudadanos", dijo Brutus a Xinhua, para agregar que después de ocho meses de aplicación, sólo 5.000 pasaportes fueron entregados ante una demanda de 25.000 de esos documentos.

El dirigente político, que fue jefe de gabinete del actual primer ministro haitiano Evans Paul entre enero y mayo de este año, agregó que todo el dinero que había para ese programa "fue gastado en viajes y hoteles", y expresó su temor porque la situación económica en su país es mucho "más que preocupante".

"La producción es casi inexistente y hay que importarlo todo... En un sistema económico tan frágil es que van a llegar al país tantos haitianos" , dijo Brutus.

El candidato presidencial señaló que en su país el 20 por ciento de los más ricos tienen el 64 por ciento de las riquezas, y el 60 por ciento de los más pobres sólo tienen el 2 por ciento, la capa vegetal que en 1920 era de 1.500 kilometros cuadrados ahora apenas es de 500 kilometros cuadrados, y seis millones de habitantes viven con 1,25 dólares al día y no pueden tener pasaporte o actas de nacimiento.

"Todo eso habla clara, altamente de esta catástrofe", afirmó el líder haitiano.

Haití trata de superar una prolongada crisis política que tras forzar la dimisión del primer ministro Lamothe, dejó sin funciones al Parlamento haitiano debido al prolongado retraso en la organización de comicios.

El Ejecutivo conformó en enero un gobierno de coalición integrado por antiguos ministros y nuevos representantes de la oposición radical, y constituyó un nuevo organismo electoral que tendrá a su cargo la organización de los comicios generales este año.

Brutus dijo hoy que su país merece estas elecciones "en cualquier condición" ya que se trata del mejor paso para abrir nuevas posibilidades y porque de lo contrario se establecería el caos e inestabilidad que provocará más pobreza y mayores peligros.

"Las elecciones permitirán garantizar la llegada de un nuevo gobierno y la adopción de un nuevo sistema que beneficie a todo el mundo", afirmó el candidato, que consideró que el sistema actual fracasó y un nuevo sistema debe nacer a partir de la descentralización y la reconciliación de su país.

"Haití forma parte de los diez países más pobres del mundo, el único del hemisferio occidental... No queremos que eso siga" , dijo.

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