CARACAS, 7 Jun (Xinhua) -- El gobierno de Venezuela junto a sectores de la sociedad civil adeptos al proyecto oficialista, rechazaron hoy la visita al país del ex presidente del gobierno español Felipe González, quien se reunió con integrantes de grupos opositores tras su arribo a Caracas.
Con movilizaciones desplegadas por todo el territorio venezolano, acompañadas del decreto de "non grato" por parte de la Asamblea Nacional (AN), esta fracción del pueblo denunció que a escala internacional se gesta una campaña contra la democracia de la nación suramericana.
El presidente Nicolás Maduro repudió el "intervencionismo" extranjero y criticó el "entreguismo" que a su juicio practican los sectores de derecha respecto a los gobiernos foráneos.
"Los asuntos de Venezuela son nuestros, sólo los venezolanos tenemos potestad para asumirlos, nuestra patria entera repudia el intervencionismo", expresó el jefe de Estado a través de su cuenta en la red social Twitter.
Horas más tarde, el mandatario reiteró que desde Estados Unidos, Colombia y España prevalece un grupo especializado (lobby) para diariamente atacar el proyecto de revolución que él lidera, y al cual se ha incorporado recientemente el ex mandatario europeo.
Aseguró además que el traslado de Felipe González a Venezuela forma parte de las acciones que este "eje" emprende, con el fin de imponer un chantaje internacional para ocultar las acciones violentas de los opositores en el país.
"El eje Bogotá-Madrid-Miami actúa desesperado, envían personajes para legitimar su guerra contra Venezuela, quieren ponerle la mano a la patria", dijo.
Felipe González aboga por la excarcelación del dirigente derechista Leopoldo López, procesado por la justicia venezolana tras ser el primer convocante de las movilizaciones violentas iniciadas en febrero de 2014, que dejaron 43 fallecidos y más de 800 heridos.
Además, ha manifestado su deseo de ser el abogado defensor del alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, otra figura de la oposición que se encuentra en prisión residencial por estar involucrado en presuntos planes terroristas que tenían como fin último el derrocamiento del Ejecutivo.
El presidente Nicolás Maduro se refirió igualmente a los hechos de violencia (guarimbas) que perpetraron estos grupos durante el pasado año, y que dieron lugar a la conformación del Comité de Víctimas de la Guarimba.
"Asesinaron a jóvenes trabajadores, militares, mujeres, quemaron escuelas, universidades, bibliotecas, servicios públicos ¿y pretenden impunidad?", preguntó el primer mandatario.
Otras personalidades políticas se pronunciaron también sobre la llegada de Felipe González a la nación del Caribe; entre ellas, dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y diputados del Parlamento.
El integrante del PSUV, Rodolfo Sanz, fustigó que el ex presidente se encuentre en Caracas ante la situación interna que atraviesa España, producto de las políticas del bipartidismo.
"En vez de invertir tiempo en Venezuela, debería ayudar a corregir el desastre que su partido (refiriéndose al Partido Socialista obrero Español, PSOE) y el Partido Popular produjeron en España", indicó.
Por su parte, la diputada Blanca Eekhout resaltó el despliegue de la militancia del partido de Gobierno para sumarse a la "ola de rechazo" tras la visita de González al país.
"Aquí está el PSUV, luchando por mantener las vías de la paz y la democracia", afirmó Eekhout en declaraciones al medio estatal Venezolana de Televisión.
Estas concentraciones llevadas a cabo en cada una de las 24 entidades de la nación suramericana, fueron convocadas por el miembro del Alto Mando Político de la Revolución, Jorge Rodríguez, quien también llamó a la realización de un gran "tuitazo nacional" en repudio a la presencia del ex presidente de España.
Felipe González arribó a Caracas a cercanas horas del mediodía, y fue recibido por la esposa de Antonio Ledezma, Mitzy Capriles; la madre de Leopoldo López, Antonieta Mendoza, y el embajador de España en el país, Antonio Pérez Hernández.