CARACAS, 23 May (Xinhua) -- El gobierno de Venezuela felicitó hoy sábado al pueblo y gobierno de El Salvador, tras concretarse el proceso de beatificación del monseñor Oscar Arnulfo Romero, líder espiritual asesinado en 1980 durante la guerra civil salvadoreña.

El ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela señaló en un comunicado que este reconocimiento de la iglesia católica a "San Romero de América, reivindica la unión espiritual que hay en los más pobres".

El gobierno venezolano destacó la cercanía del monseñor con el pueblo de El Salvador, víctima de uno de los más grandes conflictos civiles que experimentó América Latina durante el siglo XX.

"Su apostolado siempre estuvo de la mano con los oprimidos, en un mundo que procuraba esconder la pobreza y renegar de su existencia (...) jamás dejó de lado a aquellos que necesitaban de su aliento y acción cotidiana", destacó la cancillería.

El gobierno de Venezuela ratificó su disposición de continuar trabajando con el resto de los países latinoamericanos para resaltar y rescatar los valores "del cristianismo más puro".

En marzo pasado el Papa Francisco, mayor exponente la jerarquía eclesiástica, ofreció el beneplácito a la canonización de Oscar Arnulfo Romero, una petición hecha oficialmente desde 1994.

Al materializarse este anhelo religioso de la población salvadoreña, representantes de diversos estados acudieron a San Salvador para participar de la ceremonia religiosa de beatificación, entre ellos el vicepresidente Ejecutivo de la República, Jorge Arreaza.

Por su parte, desde Caracas, el presidente venezolano Nicolás Maduro recordó al arzobispo como "el mártir cristiano de los pobres y oprimidos"

"Monseñor (Romero) logró el más alto nivel de liderazgo de la iglesia en su país y, en vez de acomodarse en el lujo, se lanzó a los barrios, a las universidades, a los campos a buscar a los que estaban siendo aplastados, y empezó con su palabra a clamar justicia", recordó el jefe de Estado.

Oscar Arnulfo Romero es también considerado "la voz de los sin voz" y es el primer centroamericano en convertirse en santo, avalado por la iglesia católica.

Su vida durante los años de violencia política en El Salvador, la dedicó para denunciar múltiples violaciones a los derechos humanos.

En este sentido, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, lo consideró como un "militante de la causa de la humanidad quien siguió el ejemplo de Cristo revolucionario".

"Nos enseñó que el único camino para la justicia es la paz y que el único camino para la paz es la justicia", agregó.

Escuadrones de la muerte silenciaron con un disparo de arma de fuego la voz de monseñor Romero mientras oficiaba una misa el 24 de marzo de 1980.

El acto por la canonización de Romero se concretó este sábado, una vez que se entregaron las reliquias, que consistían en la camisa ensangrentada que llevaba puesta tras su muerte, flores y una palma, que significa "la victoria de los mártires".