RIO DE JANEIRO, 19 may (Xinhua) -- La ciudad brasileña de Mangaratiba, litoral del estado de Río de Janeiro, sureste del país, creó una reserva marina de 240 kilómetros cuadrados para proteger a los delfines tucuxi que quedan en la Bahía de Sepetiba y ayudará a preservar una de las especies de cetáceos más amenazadas de extinción en Brasil, afirmaron hoy fuentes ecologistas.

La nueva reserva marina tendrá el nombre de Area de Protección Ambiental (APA) Marina para el Tucuxi (Sotalia guianansis), un delfín que en Brasil se conoce como el delfín gris y se enceuntra en la Bahía de Sepetiba, a unos 80 kilómetros al oeste de Río de Janeiro y donde hay la mayor población de esta especie en el país (unos 1.000 ejemplares, la mitad que hace una década).

"La creación de la reserva es de gran importancia debido a que Sepetiba es una de las mayores bahías de Brasil; es riquísima en biodiversidad y abriga la mayor población de tucuxis, animal actualmente en la Lista Nacional de Especies Amenazadas de Extinción", aseguró el coordinador del Proyecto Abraza los Tucuxis, Leonardo Flach.

La creación de la reserva fue posible gracias a un proyecto de preservación patrocinado por la petrolera estatal Petrobras y al intenso trabajo de ecologistas.

Los 240 kilómetros cuadrados de la reserva son casi la mitad de la superficie total de la bahía, lo que permitirá a los pescadores tradicionales que tengan su sustento en otras áreas aunque serán sometidos a mayores controles para prevenir delitos medioambientales y los abusos de la llamada pesca depredadora.

El delfín gris, que puede ser de aguas dulces o saladas, habita la cuenca del Amazonas y diferentes estuarios a lo largo de la costa atlántica sudamericana y centroamericana.

Los biólogos calculan que unos 20 ejemplares mueren a cada año en la región pero esas estadísticas fueron extrapoladas el año pasado, cuando fueron contabilizadas 64 muertes tanto por la contaminación como por la pesca industrial y por el escaso control oficial.