Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 15 may (Xinhua) -- La alianza opositora conformada en Montevideo para sacar del gobierno capitalino a la izquierda no cumplió con su objetivo, pero promete repetirse en un lustro y quizás probar suerte a nivel nacional.
El flamante Partido de la Concertación, integrado por los tradicionales partidos Nacional (PN) y Colorado (PC), recogió el 37,5 por ciento tras un estreno errático y con candidatos presentados a último momento.
Ese resultado en las elecciones del 10 de mayo fue insuficiente para arrebatarle el poder al FA, en el gobierno departamental desde 1990 en Montevideo, cuyos candidatos cosecharon el 49,2 por ciento de las preferencias.
Hace cinco años el PN y el PC habían obtenido por separado un punto porcentual más.
"La principal razón de la baja votación del nuevo proyecto es que, contra toda lógica, ofreció tres candidatos absolutamente nuevos", interpretó el politólogo Adolfo Garcé.
Los partidos tradicionales bajaron a último momento a los candidatos naturales y debieron inventar alternativas, el abogado Avaro Garcé por el PN y el también abogado Ricardo Rachetti por el PC.
Fuera de todos los pronósticos, la revelación en la nueva alianza opositora fue la candidatura del empresario independiente Edgardo Novick, que duplicó en voto a sus compañeros de partido.
Con una gran apuesta publicitaria, Novick fue confrontativo con las falencias del gobierno del FA en la capital -donde vive casi la mitad de la población- y se presentó como un administrador eficiente.
ALTERNATIVA
En su columna de opinión en el diario El Observador, Garcé considera que "el nuevo partido no logró convertirse en una alternativa real al FA".
Sin embargo, "su irrupción dejó un balance positivo, y las matemáticas, tan tozudas ellas, siguen mostrando que no hay otra opción para los partidos de oposición que transitar por este camino", puntualizó.
En primer lugar, "obligó al FA a tomarse en serio la elección departamental", argumentó.
"La gestión del FA, que mejoró sobre el final del mandato de Ana Olivera precisamente gracias a la 'amenaza' de la oposición unida, fue sometida durante la campaña electoral a un análisis muy exigente", señaló Garcé.
Por eso, "la izquierda, para retener el gobierno de Montevideo, tuvo que esforzarse en dar explicaciones y en formular promesas. En eso, precisamente, consiste la democracia.
En segundo lugar, "sigue siendo rigurosamente cierto que la división de la oposición solo favorece el predominio del FA", opinó.
El investigador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República mencionó que si el PN y el PC hubiesen presentado una alianza en los 19 departamentos, el FA hubiera ganado solo tres (Montevideo, Canelones, Rocha) y no seis.
En las presidenciales y legislativas de octubre pasado -el presidente Tabaré Vázquez fue electo en una segunda vuelta en noviembre- el FA cosechó el 47,8 por ciento de los votos, el PN el 30,9 por ciento y el PC el 12,9 por ciento.
La continuidad de la Concertación la sugieren los dirigentes opositores y los analistas.
"La Concertación es el camino, unidos vamos a cambiar, y esto recién empieza", dijo Novick luego de conocerse los datos preliminares del escrutinio.
El hasta ahora líder del PC y senador, Pedro Bordaberry, admitió que la alianza concertacionista "es un buen instrumento", aunque reconoció que fue "muy mal ejecutado".
A juicio del politólogo y director de la consultora Factum, Oscar Bottinelli, los comicios del domingo dejan la duda sobre cuál será el futuro electoral de los partidos tradicionales.
"¿En qué queda esta convergencia puntual de los partidos tradicionales. ¿Queda en: '¿Se hizo una alianza electoral en Montevideo y sigamos haciendo alianzas electorales para disputar la intendencia y los municipios?", se preguntó entrevistado por la FM radio Cero.
"Es hora de re-discutir si los partidos tradicionales no deben tener una convergencia mayor en el plano nacional y no solo para disputar intendencia", reflexionó el analista.