ENTREVISTA: Con grandes desafíos económicos inicia tercer año de gobierno de presidente Maduro

Actualizado 2015-04-20 10:39:29 | Spanish. xinhuanet. com

Por Victoria Arguello

CARACAS, 19 abr (Xinhua) -- Derrotar la guerra económica y avanzar en un nuevo modelo productivo que trascienda la dependencia del recurso petrolero, se convierte hoy en día en uno de los desafíos más importantes del proyecto de revolución bolivariana que ha continuado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Y es que al cumplirse este domingo 19 de abril, dos años de su investidura como jefe de Estado, aún se mantienen vigentes ciertas dificultades, cuya necesidad colectiva de superación, marcará el destino del país suramericano en el ámbito político y social.

Estas limitaciones no opacan lo sucesivos logros y avances que ha garantizado el mandatario junto a su gabinete gubernamental en un período igualmente signado por la ausencia del fallecido presidente Hugo Chávez desde el pasado 5 de marzo de 2013.

"La primera victoria es la transición del liderazgo, lo que significa pasar de la desaparición física del comandante Hugo Chávez al presidente Nicolás Maduro, la cual se hizo sin mayores dificultades", explicó a Xinhua el diputado al parlamento nacional Fernando Soto Rojas, quien refirió que en gran parte de los procesos políticos de cualquier Estado reina la anarquía luego de un eventual fenecimiento de su principal líder.

Soto Rojas mencionó que pese a la situación económica que atraviesa el país, derivada de su dependencia a las importaciones así como de la proliferación de entes y sujetos especulativos que han ocasionado una merma en la capacidad adquisitiva de la población, el Ejecutivo que lidera Maduro opera para evitar que esta realidad no minimice los alcances sociales.

De esta forma, destacó la estabilidad de las misiones socialistas como la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), que al término de este domingo se ha ubicado en los 700.000 hogares entregados a igual número de familias beneficiadas.

También apuntó que para reducir el impacto del sabotaje económico, Maduro se ha enfocado en optimizar las cadenas de distribución de productos, para garantizar que la mayoría de la población tenga seguridad alimentaria.

"Hemos incrementado los mercados libres, tratando de satisfacer las necesidades básicas", expresó el legislador a propósito de la Misión Alimentación, creada en abril de 2003 por el entonces presidente Chávez.

Aproximadamente 960 establecimientos comerciales grandes que forman parte de las redes distributivas de la nación, constituyen oligopolios dirigidos por sectores que no comulgan con el proyecto político del presidente Maduro, mientras que el gobierno cuenta con unos 700 espacios habilitados para el expendio de mercancías básicas.

Cabe recordar que las misiones socialistas fueron elogiadas el pasado 15 de abril por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), entidad que consideró al país suramericano como "un ejemplo a seguir" en materia alimentaria.

"Hemos continuado la política de descenso de las tasas de pobreza, de pobreza extrema, las tasas de desempleo; hemos logrado mantener toda la política social y de desarrollo territorial", manifestó a Xinhua el también diputado a la Asamblea Nacional, Eduardo Piñate.

Para ambos parlamentarios, el elemento novedoso en la continuidad del proyecto iniciado por Chávez, es que se ha podido lograr pese a las conspiraciones emanadas desde sectores de la extrema-derecha en la nación, que a juicio de los diputados "no han mermado un solo día".

Resaltan así las prácticas especulativas dentro de la economía nacional, la confabulación de lobbys (grupos de presión) petroleros a escala internacional para la baja en los precios del crudo de los cuales Venezuela depende; la declaratoria del país caribeño como "una amenaza" para la seguridad integral de Washington, entre otras.

Sin embargo, acotaron que el gobierno venezolano no se ha encontrado sólo ante estos obstáculos y que, por el contrario, ha recibido un vasto respaldo internacional representado en la mayoría de los países del mundo; hecho que se evidenció, por ejemplo, en la reciente Cumbre de las Américas celebrada en Panamá y en el pronunciamiento del grupo de los 77 más China (G77 + China).

Asimismo, destacaron que el reto que se le presenta al proyecto de revolución bolivariana para los venideros años, es consolidar la estabilidad en el ámbito económico, haciendo frente a ilícitos que se emanan desde sectores de la Banca privada aliados a grupos desestabilizadores.

Este desafío se vincula a una política a desarrollar, que se ha convertido además en un clamor popular, que es la necesaria industrialización del país. Para Piñate, esto implica seguir impulsando la producción nacional y, sobre todo, la industria y la agro-industria por parte el Estado.

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