Por Noemí Galbán
CARACAS, 7 abr (Xinhua) -- La opinión pública internacional y los analistas políticos coinciden en que las actuales tensiones entre Venezuela y Estados Unidos centrarán la atención en la venidera VII Cumbre de las Américas de Panamá.
Son muchas las interrogantes que circundan el tema debido a sus implicaciones para el devenir de los nexos bilaterales entre ambos países y el trasfondo que ello conlleva para el resto de la región.
Aunque la postura de la nación suramericana es bien clara: defender su verdad y su soberanía, exigir respeto y persistir en su tesis sobre el desconocimiento de la realidad de América Latina, y especialmente de Venezuela, que define la política exterior de Washington, confirman fuentes oficiales.
"Esa va a ser la visión central de nuestro presidente Nicolás Maduro en la Cumbre de las Américas. Es decir, la propuesta de Venezuela es precisamente insistir en que hay una lectura equivocada, errónea por parte del gobierno de los Estados Unidos acerca de la realidad de nuestros pueblos", adelantó hoy a Xinhua el viceministro para América Latina y el Caribe, Alexander Yánez.
En ese sentido lamentó los recientes pronunciamientos de voceros del Departamento de Estado norteamericano, como fue el caso de la subsecretaria para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, quien comentó estar "decepcionada" por la respuesta del continente ante las medidas unilaterales adoptadas por la Casa Blanca contra Caracas.
"Nuevamente lo que esto denota es un desconocimiento profundo de las instituciones nuestras como la Unión de Naciones Suramericanas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y Petrocaribe que han dado un respaldo sustantivo a Venezuela exigiendo la derogatoria del decreto del gobierno de Estados Unidos que amenaza la estabilidad y la paz de la región", señaló.
En declaraciones exclusivas a Xinhua, el funcionario también aseguró que durante la cita, el presidente norteamericano Barack Obama podrá constatar a partir de hechos concretos lo que verdaderamente ocurre en las naciones del continente y lo que piensan sus ciudadanos, "una versión muy distinta a lo que sus asesores le presentan", opinó.
Tanto en el encuentro oficial, presidido por los jefes de Estado y de Gobierno de todos los países de la región, como en la Cumbre de los Pueblos, donde participarán movimientos sindicales, estudiantiles, feministas, pueblos originarios y organizaciones sociales, los representantes de cada nación alzarán sus voces para reclamar a la Casa Blanca una nueva mirada a sus relaciones con América.
En el epicentro de las demandas estará Venezuela como ejemplo más reciente de las equívocas pretensiones injerencistas de Estados Unidos y su frecuente necesidad de asumir posturas imperiales frente a los crecientes esfuerzos de los gobiernos del área por asumir con autodeterminación el futuro de sus pueblos, afirmó Yánez.
"Podríamos incluso decir que la Cumbre de las Américas es la gran encrucijada para el futuro de la región, allí se va decidir hacia donde definitivamente se va a encauzar este continente y pesará mucho entonces la disposición de unidad que reine sobre los países de América Latina y el Caribe frente a grandes potencias que tienen intereses particulares", sentenció.
Asimismo el vicecanciller venezolano, parafraseando al poeta peruano Antenor Orrego, comentó que en la cita de Panamá, Washington nuevamente se encontrará unos Estados unidos latinoamericanos y caribeños decididos a enfrentar cualquier agresión contra algún estado del continente.
En esta oportunidad la coyuntura convoca a la defensa de la independencia de Venezuela y de su legítimo gobierno presidido por Nicolás Maduro, ante las recientes acciones hostiles de Estados Unidos, dentro de ellas las sanciones a siete funcionarios y la firma el pasado 9 de marzo de una orden ejecutiva donde Obama calificó a Caracas de una "amenaza" para la seguridad de su país.
Al respecto, Yánez resaltó que hoy más que nunca "los pueblos del mundo están conscientes de la lamentable y nefasta historia de injerencia de los Estados Unidos en nuestra América y este decreto es la continuación de esa historia".
Por esa razón los Estados que conforman el continente latinoamericano se han sumado y hecho copartícipes de la exigencia del gobierno bolivariano de la derogatoria inmediata de dicho decreto, recordó el viceministro, por considerarla una violación del Derecho Internacional que afecta la soberanía de los Estados y representa una intromisión en los asuntos internos de Venezuela.
"Los alcances, las implicaciones políticas, económicas, diplomáticas e incluso militares para nuestra región se pierden de vista y por tal razón los pueblos del mundo y particularmente los de América Latina y el Caribe han cerrado filas junto a Venezuela demostrando que nuestro país no sólo ha sido un defensor de la paz y de la independencia, sino que ha sido un país profundamente solidario en los últimos 16 años de Revolución Bolivariana y hoy estamos recogiendo los frutos de esa solidaridad", reconoció.
De ahí también que los Estados del continente continúen amalgamando posiciones y acudan a la VII Cumbre como un bloque identitario cohesionado, esta vez en torno a la estabilidad de Caracas, según han anunciado altos funcionarios de algunos países.
El diplomático además agradeció el respaldo internacional expresado por las naciones miembros del Grupo de los 77 + China y del Movimiento de Países No Alineados, organismos que emitieron sendos comunicados oficiales donde condenaron las medidas de Washington contra Venezuela y exhortaron a establecer un diálogo respetuoso entre ambos gobiernos.
A ello se suman los más de cinco millones de mensajes por las redes sociales, las casi nueve millones de firmas recolectadas en todo el mundo en apoyo a esta nación suramericana, las movilizaciones, conciertos, marchas, conversatorios y otras actividades realizadas en decenas de ciudades de todas las latitudes del orbe desde el pasado 19 de marzo, cuando fue lanzada la campaña mundial de solidaridad "Venezuela no es una amenaza, Venezuela es esperanza".
"Todas estas acciones son demostraciones palpables, fehacientes, concretas, reales, verificables, de que nuestro país está más acompañado que nunca en política exterior, que es reconocido por los gobiernos y pueblos del mundo quienes han hecho suya la justa causa de la defensa de su soberanía", explicó el viceministro.
Yánez igualmente resaltó que otro de los objetivos de la delegación venezolana en la cita de Panamá es seguir impulsando la integración y la unidad en el continente, así como continuar promoviendo el establecimiento de un mundo pluripolar y multicéntrico donde se respete el derecho de los pueblos a su autodeterminación.
"Cuando se defiende la verdad, la victoria está próxima y lo más importante es que el mundo entero está consciente de que no es Venezuela la que representa una amenaza para nadie. Venezuela representa una esperanza, un ejemplo de las relaciones internacionales que deberían primar hoy, fundamentadas en el humanismo; en la democracia verdadera, profunda, participativa y protagónica; en el respeto a la individualidad de cada quien", reiteró.
Finalmente el diplomático invitó al gobierno de la nación norteña a revertir sus posturas hostiles hacia el resto de los países, pues de lo contrario, reflexionó, les deparará el aislamiento internacional.
"El destino de los Estados Unidos si sigue con su política de injerencia con América Latina y el Caribe será el mismo que se consiguió con las resoluciones de Unasur, de la CELAC, de Petrocaribe, del Alba, del G77+ China, del Movimiento de los No Alineados, es decir, se encontrará en el aislamiento total en la región y en buena parte del mundo, defendiendo posturas guerreristas que nuestros pueblos no están dispuestos a aceptar", afirmó Yánez.