CARACAS, 16 mar (Xinhua) -- La estrategia acordada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para desestimular la producción de crudo esquisto está dando sus frutos, consideró el experto venezolano Andrés Giussepe.
En entrevista publicada hoy por el diario estatal "Correo del Orinoco", el académico indicó que la propuesta aceptada por las naciones miembros de la OPEP fue un acierto, al tomar en consideración el descenso en las operaciones de varias empresas petroleras estadounidenses dedicadas a la explotación de ese crudo no convencional.
La OPEP acordó mantener la producción en 30 millones de barriles por día, con el objetivo de desestimular la producción de petróleo esquisto.
"Arabia Saudita y los países del golfo (Pérsico) consideraron que no era momento de recortar la extracción, porque la amenaza no era la baja de precios, sino no perder cuota de participación en el mercado", indicó Giussepe.
La idea era dejar de incentivar las operaciones del petróleo esquisto, cuya producción en Estados Unidos puso en el mercado unos tres millones de barriles diarios de crudo adicionales, añadió.
Sin embargo con el precio del barril de crudo en alrededor de 50 dólares, pierde atractivo para los inversionistas continuar con las labores de extracción y refinación del petróleo esquisto, debido a sus altos costos de producción, explicó el experto venezolano.
De acuerdo con la empresa de servicios Baker Hughes, un número considerable de compañías estadounidenses han mantenido inactivas más de 500 plataformas de perforación de crudo en las últimas semanas, lo cual representa una reducción de 33 por ciento de la producción de hidrocarburos en la nación del norte.
Una situación que responde además a la decisión de un conjunto de empresas petroleras que han decidido frenar sus planes de expansión y cerrar las operaciones de los pozos para reducir costos operativos, ante la baja de los precios internacionales provocada por el aumento indiscriminado de crudo esquisto, explicó.
"Esto nos hace suponer que es posible que el precio se estabilice entre 60 y 70 dólares por barril al final de año y con ello la cesta venezolana podrá superar los 60 dólares presupuestado", estimó el profesor universitario.
Admitió sin embargo que Caracas ha sido uno de los países miembros de la OPEP más afectados por el descenso de las cotizaciones de los hidrocarburos en 55 por ciento desde junio de 2014.
Consideró que el precio actual (47,91 dólares el barril) cubre un poco más de dos tercios de lo previsto en el presupuesto para 2015, calculado con ingresos de 60 dólares por barril.
Por cada dólar que desciende el petróleo venezolano, en el actual nivel de exportaciones de unos 2,4 millones de barriles diarios, Caracas deja de percibir entre 550 y 600 millones de dólares al día, precisó.
En caso de mantenerse las cotizaciones por encima de 50 dólares el barrill, el déficit fiscal venezolano será de 28.000 millones, según el estudio presentado en los últimos días por la empresa local Ecoanalítica.
Según Giussepe esto se debe también a que Caracas no tuvo una política previsiva de ahorrar parte de sus ingresos por concepto de la venta de crudo, debido en gran parte a la "enorme deuda social" que ha intentado saldar el Ejecutivo bolivariano durante 16 años en el poder.
No obstante, el presidente Nicolás Maduro ha asegurado en reiteradas oportunidades que aunque el precio del barril descienda a 10 dólares, las divisas para asegurar las necesidades del pueblo e impulsar el desarrollo de Venezuela están garantizadas.
El mandatario insistió también en el llamado a la comunidad internacional de trabajar en conjunto con vistas a alcanzar un consenso entre los estados que forman parte de la OPEP y los no miembros, para estabilizar los precios del crudo y ubicarlos cerca de los 100 dólares.