SAN JOSE, 15 mar (Xinhua) -- Tras tres días de alarma por la fuerte actividad del volcán Turrialba y sus erupciones de ceniza, Costa Rica retorna a la calma y se han normalizado todas las actividades interrumpidas por la emergencia.

El jueves, el Turrialba, el segundo volcán más alto de Costa Rica, presentó tres fuertes erupciones de ceniza, que gracias a la acción del viento provocaron que el material volcánico "lloviera" sobre San José y los principales centros de población en el centro del país.

Las erupciones originadas 60 kilómetros al este de San José, cubrieron la capital costarricense con un manto de polvo gris y olor a azufre que trastornó la vida de la ciudad.

El aeropuerto internacional Juan Santamaría se vio obligado a cerrar por 18 horas ante el riesgo que significaba la capa de ceniza sobre la pista de aterrizaje, así como los problemas que podía causar la ceniza suspendida en el aire para los aviones.

Los costarricenses tuvieron que tomar precauciones para que la ceniza no les provocara alergias y males respiratorios, por lo que mascarillas y hasta bolsas plásticas en la cabeza se convirtieron en el atuendo de muchos.

En las cercanías del volcán, el Ministerio de Educación Pública decidió cerrar 20 escuelas en la provincia de Cartago, mientras que la policía realizó retenes en carretera para evitar que curiosos se aproximaran a la zona de actividad.

El viernes la actividad del Turrialba se mantuvo y en horas de la noche una cámara del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) registró una erupción con rocas incandescentes que volvieron a preocupar a la población y a las autoridades.

La lluvia de ceniza fue cada vez menos intensa, pero muchos se apresuraron a barrer la ceniza de los techos de las casas y otras tantos hacían largas filas en los negocios de lavado de autos, para retirar el material volcánico de sus vehículos.

Con el paso de las horas y la menor actividad del Turrialba, la calma fue retornando y las actividades suspendidas se reactivaron.

Desde el medio día del viernes el aeropuerto volvió a permitir los despegues y aterrizajes, apresurándose a reponer los 111 vuelos que dejaron a cientos de pasajeros varados por varias horas en Costa Rica.

Quien no pudo volar del todo este fin de semana fue el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, quien al medio día del sábado anunció la cancelación de la gira que emprendería a España, Francia e Italia, con el principal objetivo de solicitar el ingreso de su país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).

"Rogando tranquilad a la población, que todo está siendo debidamente atendido por las instituciones públicas y por el Estado. Sabiendo que no hay inminencia de un evento mayor en el volcán, no obstante he tomado la decisión de posponer de manera temporal el viaje que se tenía previsto", afirmó Solís en conferencia de prensa en la Casa Presidencial.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería registró poca afectación de la producción en los alrededores del volcán, por lo que fueron pocos los animales que debieron ser evacuados del lugar.

El Instituto de Acueductos y Alcantarillados descartó contaminación de las fuentes de agua por la ceniza, mientras que el Centro de Operaciones de Emergencias que encabeza el Ministerio de Salud reiteró el llamado a la calma a la población, sobre todo ante la difusión de mensajes alarmistas por las redes sociales.

Los vulcanólogos del Ovsicori señalaron que si bien la actividad de erupciones en el Turrialba ha mermado, la actividad sísmica del volcán se mantiene alta, por lo que no descartan que puedan producirse nuevos eventos en los próximos días.

"Estas condiciones indican que el conducto por donde se emanan los gases, cenizas y rocas está bloqueado, lo que restringe la salida de gases, generándose presurización en el interior del volcán. Cuando la presión ejercida por los gases es excesiva, los mismos producen agrietamientos logrando salir bruscamente, arrastrando consigo cenizas y piedras muy calientes desde niveles profundos del conducto", apuntó el Ovsicori en su último reporte.

El Volcán Turrialba tuvo su última erupción de magma entre 1864 y 1866, tras la cual entró en un periodo de inactividad que se interrumpió con algunos eventos en la década de 1990 hasta que en octubre del año anterior presentó nuevas erupciones de ceniza.