SANTIAGO, 13 feb (Xinhua) -- El hijo de la presidenta chilena Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, renunció hoy como director del Area Sociocultural de la Presidencia, tras la polémica generada por el préstamo bancario que recibió la empresa de su esposa.

Dávalos se presentó ante periodistas para leer una declaración sin permitir preguntas, en la cual pidió perdón.

Sin embargo, negó haber cometido cualquier ilícito en el caso que se vinculó con "tráfico de influencias", al recibir su esposa un crédito del Banco de Chile por 6.500 millones de pesos (unos 13 millones de dólares).

En su declaración, el hijo de la mandataria rechazó de manera categórica la publicación de información falsa "relativa a supuestos comentarios realizados por mí u otros miembros las cuales perjudican la honra de ésta", en alusión a las supuestas críticas contra el ministro chileno del Interior, Rodrigo Peñailillo.

"Deseo poner énfasis en que no he cometido ilícito alguno, ni delito funcionario, como algunos medios han señalado. Es menester señalar que en la posición en la que me encuentro es a lo menos incómoda, pues se me ha criticado abiertamente por trabajar en el Estado y por trabajar, además, en el sector privado".

"Entiendo el malestar que ha generado esta situación, y asumo que el perjuicio provocado ha dañado a la presidenta de la República y al gobierno de Chile, quienes cuentan con mi total y absoluta lealtad. Es debido a lo anterior que no me queda más que pedir perdón por este amargo momento", agregó Dávalos.

Señaló que debido a que para algunos no es suficiente el ofrecimiento de disculpas, decidió "dar un paso al costado" y renunciar al cargo de director sociocultural de la Presidencia.

El crédito otorgado a la empresa de su esposa fue publicado por la revista "Qué Pasa", y retomado por el resto de la prensa local, mientras que Dávalos optó por guardar silencio durante una semana.

Después se conoció que Dávalos acompañó a su esposa, Natalia Compagnon, a una entrevista con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic, para gestionar el crédito, lo cual ocurrió meses antes de que Bachelet fuera electa en enero de 2014.

A mitad de semana se publicó la declaración de patrimonio de Dávalos Bachelet, quien reconoció su participación en dos sociedades empresariales con fines de lucro, sin especificar mayor detalle.

Además, informó el valor fiscal de sus tres propiedades y las deudas que mantiene.

Sin embargo, pese a que en el cargo que ostentaba no es obligación declarar sus bienes, los cuestionamientos al escueto documento fueron inmediatos.

La tensión aumentó por el prolongado silencio de Dávalos, quien estaba de vacaciones junto a su familia en el balneario de Caburgua, en la región de La Araucanía.

La venta de los terrenos comprados gracias al polémico crédito sólo aumentó la polémica.

Los 2.500 millones de pesos (unos cinco millones de dólares) que la empresa de su esposa ganó por el traspaso de los predios, se sumó a la lista de cuestionamientos políticos contra Dávalos.

La Asociación de Instituciones Financieras de Chile indicó que no había delito alguno en esa operación bancaria, pero la derecha, que enfrenta serios problemas por fraudes en las campañas de varios de sus diputados y senadores, montó una fuerte campaña para acusar a Dávalos de "tráfico de influencias".

De manera paralela, dirigentes y legisladores de la coalición oficial, la Nueva Mayoría, solicitaron también la renuncia del hijo de Bachelet, al argumentar que dañaba la imagen de la presidenta.

El cargo que ocupaba Dávalos, siempre lo han desempeñado las primeras damas y, en el primer gobierno de Bachelet (2006-2010) lo desempeñó una mujer.

El hijo de la mandataria lo desempeñaba "ad honorem", es decir, sin recibir salario.