BRASILIA, 4 feb (Xinhua) -- La policía brasileña desalojó hoy con incidentes violentos a los residentes en la zona conocida como el Sector Sol Naciente, la mayor ocupación irregular en el Distrito Federal (centro del país), informaron fuentes oficiales.

Ubicado en la ciudad de Ceilandia, a unos 35 kilómetros de la capital Brasilia, el Sector Sol Naciente es una ocupación irregular en la que habitan unas 60.000 personas y que presenta altos índices de violencia, además de falta de escuelas y calles sin asfaltar.

El desalojo y demolición de 363 residencias fue tras una solicitación hecha a la Justicia por parte de la Agencia de Fiscalización del Distrito Federal (Agefis), alegando que la zona es una reserva ambiental y que pretende construir en ella una cuenca para facilitar el drenaje de las aguas de lluvia que suelen inundar el Sector Sol Naciente.

En declaraciones a la prensa, la presidenta de la Agefis, Bruna Peres, aseguró que "los actuales habitantes del Sol Naciente serán beneficiados con la pavimentación y el drenaje, pero no podemos hacer las obras si el terreno no está desocupado".

Ante la llegada de las autoridades para el desalojo, un grupo de residentes montó barricadas con fuego, agredió periodistas y se hizo con un camión de la empresa que realiza el servicio de recogida de basura, lo que provocó la intervención de la policía militarizada, que uso spray de pimienta para contener a los manifestantes.

Tras la llegada de la policía para desalojar y demoler las casas, algunos habitantes intentaron acceder a sus residencias para retirar objetos personales, lo que les fue impedido. Las autoridades, que cortaron el suministro de energía eléctrica y de agua en la región, aseguran que las pertenencias serán retiradas por fiscales y devueltas a sus dueños.

La presidenta de Agefis denunció que la mayoría de las viviendas estaba vacía y al parecer fueron construidas por especuladores que desean extender las áreas irregulares en el Sector Sol Naciente y que vendieron ilegalmente los lotes. La operación para desalojar y demoler las casas debe durar ocho días.