COMENTARIO: Libertad de expresión debe ser defendida pero sin abusar de ella

Actualizado 2015-01-15 09:08:43 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 14 ene (Xinhua) -- Cuando la edición más reciente de la revista satírica "Charlie Hebdo" llegó hoy a los puestos de revistas, la primera después de que sus editores fueran asesinados por extremistas en París la semana pasada, el mundo seguía inmerso en un acalorado debate sobre los motivos del ataque terrorista.

Los hechos del 7 de enero, los primeros y los de mayor número de víctimas de una serie de episodios dramáticos que dejaron un total de 17 muertos, aparte de los tres extremistas, son deplorables e inexcusables. Ningún argumento, ya sea religioso o moral, puede justificar esos crímenes atroces.

Sin embargo, los razonamientos no deben detenerse allí. Con el fin de garantizar que las 17 muertes no hayan sido en vano, es necesario e incluso imprescindible realizar un ejercicio de introspección, sobre todo en el Occidente, donde abunda el sentimiento de supremacía e incluso de chovinismo.

Para muchos, el ataque violento contra "Charlie Hebdo" también fue uno contra la libertad de expresión y consideran que los agresores intentaban reprimir la libertad de prensa masacrando a caricaturistas. El razonamiento es simple: a pesar de la controversia que la rodea, la revista es parte de la comunidad periodística y fue atacada por lo que publicó.

Ese es un argumento sólido. En un momento de consternación y confusión como ahora, todos los miembros de la comunidad internacional necesitan decir fuerte y claro al unísono que se oponen a todos los ataques contra la libertad de expresión, en particular en la forma de asesinatos bárbaros de periodistas.

Sin embargo, eso no es todo lo que hay que considerar. Aunque no existe ningún "pero" en los artículos que consagran la libertad de expresión y la libertad de prensa en las constituciones, siempre hay uno entre líneas.

Las palabras tienen consecuencias y en una variedad de casos lo que uno dice no puede ser garantizado por la libertad de expresión. Por ejemplo, en la mayoría de los países gritar "bomba" a bordo de un avión constituye un crimen, igual sucede con la expresión "Heil Hitler!" en un sitio público en muchos países europeos. Ciertos apelativos son considerados sumamente inapropiados en muchas sociedades.

La apariencia de la expresión es especialmente verdad en la comunicación de masas, dada su naturaleza pública. Aunque la prensa debe ser alentada a ser diversa para satisfacer las diferentes necesidades del público en general, todos deben asumir una responsabilidad innata de promover el bien general de la humanidad.

Los reportajes innecesariamente ofensivos que sólo agravan los malos entendidos entre culturas y exacerban la desconfianza entre civilizaciones de ninguna manera favorece el bienestar de la humanidad y, por lo tanto, se encuentra en todas sus formas en el lado equivocado de la base de partida.

Ante eso, la prudencia básica por parte del emisor y de la prensa es esencial. De entrada, se puede deducir fácilmente que caricaturizar provocadoramente al profeta Mahoma sólo alimentará lo que se describe como radicalización islámica, una tendencia peligrosa que muchos en el Occidente incluyen en los vínculos causales con la masacre de París.

Por eso, en lo referente a la libertad de expresión, el baño de sangre en "Charlie Hebdo" debe servir como una orden de movilización por la defensa de la libertad de expresión, tanto contra su restricción como contra su abuso.

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