ATENAS, 2 jul (Xinhua) -- Sólo hay una palabra que puede describir los acontecimientos nacionales de Grecia en los últimos días: incertidumbre.
Después de la inesperada decisión del primer ministro Alexis Tsipras, los ciudadanos griegos votarán el domingo a favor o en contra de una reciente propuesta planteada por los acreedores del país para garantizar un nuevo financiamiento.
Pero la pregunta planteada en el referendo es engañosa porque la propuesta de los acreedores ya no está sobre la mesa.
En este contexto, los líderes de los países de la eurozona conectan el resultado del referendo con el futuro de Grecia en la zona de la moneda común.
Los ejemplos incluyen a la canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés Francois Hollande. En su opinión, un "no" podría conducir a una salida de la eurozona y un "sí" podría abrir una ventana a un futuro acuerdo.
Debido al déficit de credibilidad de la parte griega, los acreedores no están listos para discutir el tema antes de que se anuncie el resultado final.
Aunque sus socios de la eurozona lo han aislado, el gobierno griego hace campaña en favor del "no" y busca convencer a la opinión pública de que apoye su causa probablemente para fortalecer su posición en las negociaciones.
En las actuales circunstancias, la coalición de gobierno de Syriza y los Griegos Independientes parece haberse ubicado en una trampa de su propia creación.
La incapacidad para renegociar con sus socios después de la elección del 25 de enero de 2015 limita la posibilidad de tomar un rumbo diferente en conversaciones futuras, si es que ocurren.
El cierre de los bancos ha generado caos en la sociedad griega y ha producido enojo incluso entre los simpatizantes del gobierno. La economía griega no podrá sobrevivir sin nueva liquidez del Banco Central Europeo. Por lo tanto, el "no" acercará la asfixia e incrementará la posibilidad de un evento crediticio y la necesidad de introducir una nueva moneda.
Y el "sí" tampoco resolverá el problema. La postura de Syriza y de los Griegos Independientes ahora resulta poco clara porque podrían ser presionados para renunciar.
Se requerirá entonces la formación de un gobierno de unidad. Este potencial gobierno de unidad tendría que recibir un voto de confianza en el Parlamento para proceder de inmediato con un acuerdo con los acreedores de Grecia. Y el escenario de una elección anticipada no debe excluirse.
Lo que ahora preocupa con respecto a Grecia es que la población está muy dividida y la mayoría ignora la verdad. Y la verdad es que el futuro será duro, independientemente del resultado.