BEIJING, 18 may (Xinhua) -- El mercado inmobiliario de China se mantuvo anémico en abril, con los precios de la nueva vivienda registrando caídas intermensuales en la mayoría de las ciudades, aunque subieron en las más importantes, lo que representa un signo de mejora en un sector cuya marcha se considera crucial para la economía.
De las 70 ciudades de tamaño grande y mediano estudiadas, 48 registraron caídas en los precios de la vivienda nueva en abril con respecto al mes anterior, por debajo de las 50 con descensos en marzo, según los datos publicados hoy lunes por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
En la comparación interanual, 69 ciudades registraron reducciones en los precios de la vivienda nueva y Shenzhen fue la única excepción, con un incremento del 0,7 por ciento.
En cuanto a la vivienda existente, 34 ciudades experimentaron descensos intermensuales de los precios en abril, ocho continuaron sin cambios y 28 registraron incrementos, 16 más que el mes anterior.
Gracias a la política de apoyo, las ventas de vivienda en algunas de las principales ciudades se recuperaron de manera gradual, pero en las áreas menos desarrolladas, donde las existencias siguen siendo elevadas, sus efectos se dejaron sentir menos.
De acuerdo con los cálculos del BNE, el precio medio de la vivienda en las urbes más importantes, que incluyen Beijing y Shanghai, aumentó un 1 por ciento en abril con respecto al mes anterior, mientras que en las de segundo y tercer nivel se redujo en un 0,1 y un 0,3 por ciento, respectivamente.
El mercado inmobiliario de China tomó una tendencia a la baja en 2014 debido a una demanda débil y a un exceso de viviendas no vendidas. El enfriamiento ha continuado en 2015, con una caída tanto en las ventas como en los precios y una desaceleración en la inversión.
Debido al enfriamiento del mercado inmobiliario y la disminución de las exportaciones causada por la desigual recuperación económica global, el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo se ralentizó hasta el 7 por ciento en el primer trimestre del año, el nivel trimestral más bajo desde 2009.
Las autoridades chinas, que han destacado en repetidas ocasiones las presiones a la baja en la economía, han tomado medidas con el fin de contrarrestarlas. El banco central ha recortado el tipo de interés de referencia en tres ocasiones desde noviembre del año pasado, además de reducir la ratio de reserva obligatoria dos veces desde febrero.
En marzo, China redujo el nivel del pago inicial para los compradores de viviendas de segunda mano al 40 por ciento, frente a los anteriores 60 y 70 por ciento, y exentó del impuesto comercial las ventas de las viviendas compradas hace más de dos años.
De acuerdo con los datos publicados anteriormente por la agencia inmobiliaria Centaline, el volumen de transacciones sobre viviendas de segunda mano en abril en Beijing alcanzó las 17.191, el nivel más alto en casi 25 meses.
El Banco de Comunicaciones de China prevé que la divergencia regional en el mercado podría continuar en mayo. También espera que la inversión inmobiliaria se siga desacelerando, dado que los promotores están presionados por las existencias y los costes de financiación.
La inversión en el sector inmobiliario de China subió un 6 por ciento interanual, hasta los 2,37 billones de yuanes (387.250 millones de dólares), en los primeros cuatro meses del año. El crecimiento se redujo respecto al alza del 8,5 por ciento registrada en el primer trimestre.
UBS China aseguró en un informe publicado el miércoles pasado que, aunque las ventas inmobiliarias han vuelto a crecer, es difícil pronosticar cuánto tiempo se mantendrá esta tendencia.
"Hasta que se resuelva el desequilibrio estructural en la demanda básica y la oferta inmobiliaria del país asiático, un gran exceso de existencias impedirá a los promotores retomar la construcción agresiva o los planes de inversión, una tendencia que esperamos que dure el resto de este año", indica el informe, que subraya que el sector inmobiliario todavía ejerce una considerable presión a la baja en la economía.
China tiene como objetivo una meta de crecimiento de en torno al 7 por ciento para el año 2015.