SANTIAGO, 17 jun (Xinhua) -- El duelo entre el azulgrana Neymar y el madridista James Rodríguez centró buena parte de la atención del Brasil-Colombia, en el que los colombianos se llevaron la mejor parte al conseguir una victoria por la mínima con tanto de Jeison Murillo en el minuto 36.
Pese a que ambos jugadores se mostraron muy activos durante todo el partido, ninguno de los dos tuvo su mejor noche al no conseguir superar los férreos marcajes a los que fueron sometidos.
Fue la primera derrota en los últimos 24 partidos de Neymar con su país, y la primera del seleccionador, Carlos Caetano Bledorn Verri 'Dunga', en los 11 partidos tras su regreso a la 'canarinha'.
Como es habitual en la selección brasileña, Neymar asumió el liderazgo desde el primer minuto y no tuvo ningún reparo en encararse una y otra vez con Juan Camilo Zúñiga, el lateral derecho del Nápoles italiano que hace apenas un año lo lesionó gravemente en cuartos de final del Mundial de Brasil.
Tras su sorprendente derrota en el primer partido ante Venezuela, Colombia necesitaba la victoria para no depender de una carambola de resultados en la tercera y última jornada del grupo.
Consciente de ello, James buscó en todo momento hacer de enganche con Radomel Falcao y Teo Gutiérrez aunque, muy marcado por el centro del campo brasileño, apenas se dejó ver y, una vez más, volvió a desaparecer cuando más se lo requería.
Mientras Neymar empezó el partido enganchado a la banda derecha y basculando hacia el centro, donde ya lo esperaba Carlos Sánchez, James, que fue el primero en disparar a portería en el encuentro, hizo lo contrario: desde el centro del campo, caía más hacia la banda izquierda para intentar poner centros al área, sin encontrar rematador.
Lejos de intimidarse por la presencia de Zúñiga, Neymar hizo gala de su amplio repertorio de regates en la primera mitad aunque, siempre muy marcado de cerca por los 'cafeteros', no pudo dar más continuidad a las jugadas.
Un espectacular caño en la banda que le hizo a Zúñiga fue el primer aviso del "crack" azulgrana, que en pocos minutos intentó un espectacular sombrero al primer toque en la frontal del área (que la defensa colombiana consiguió despejar) y un pase de talón también en la frontal que se perdió entre las piernas de la zaga.
James respondió con otro caño a Fernandinho pero, poco a poco, se fue apagando pese a jugar como en casa, debido a la aplastante mayoría de espectadores colombianos entre las 44.008 personas que fueron al estadio y que no cesaron de cantar "sí se puede, sí se puede".
En su mejor jugada individual en los primeros 45 minutos, Neymar, tras provocar una falta por la intensa presión colombiana, mostró su picardía al sacar muy rápido y coger desprevenidos a los colombianos, sorteando a tres rivales antes de ser derribado con falta en el borde del área.
Ya en el final de la primera mitad, el azulgrana intentó rematar con la mano un centro en el segundo palo de Dani Alves, por lo que recibió la cartulina amarilla.
El cartón le impedía jugar el decisivo partido contra Venezuela, en el que se juega la primera posición del grupo, aunque a la postre fue intrascendente debido a su expulsión por una tangana una vez finalizado el partido.
En la segunda parte, el juego de ambos jugadores decayó por el cansancio acumulado y la falta de ayudas.
Sólo en el ataque brasileño ante la inoperancia de Willian y Roberto Firmino, Neymar acabó sucumbiendo ante la defensa colombiana, que no le dio ni un metro, y las acabó pagando con el linier, al que no paró de quejarse por las faltas recibidas.
James, por su parte, no encontró la forma para superar a Fernandinho y Elías y se diluyó a medida que Brasil se estiraba en busca del empate.
Al finalizar el partido, la tensión continuó viva y se formó una tangana en el césped al ir a provocar los colombianos a Neymar, que no tuvo ningún problema en responder y mandar un balonazo a Armero.
Murillo se encaró con el azulgrana, que respondió con un cabezazo antes de que llegara el sevillista Carlos Bacca y lo empujara, lo que provocó la expulsión de ambos.
Separado por Diego Tardelli para evitar males mayores, el azulgrana acabó fundido en un abrazo en el centro del campo con James, que se acercó a él para tranquilizarlo mientras el resto de jugadores seguían discutiendo ante la alegría de los miles de colombianos que desafiaron el frío en el Monumental de Santiago.