LA PAZ, 12 ene (Xinhua) -- Bolivia despidió hoy el Dakar 2015, en medio de una fiesta con la partida de las motos y los cuadriciclos en su octava etapa de Uyuni a Iquique, Chile, liderados por el portugués Paulo Gonçalves, el español Marc Coma y el chileno Ignacio Casale.

En esta jornada recorren la octava etapa del rally desde Bolivia hasta la ciudad chilena de Iquique. Son 781 kilómetros de prueba especial y 24 de enlace.

La baja temperatura (ocho grados bajo cero) no fue impedimento para que los competidores partan desde Uyuni. En la largada estuvo el presidente del Estado Evo Morales, que junto a otras autoridades nacionales despidieron el Dakar en este su tercer día en territorio boliviano.

"Felicito a corredores por el esfuerzo, por el sacrificio, es un deporte que integra, el Dakar une al mundo entero", expresó Morales a medios de comunicación local e internacional.

Los créditos bolivianos en estos grupos son Wálter Nosiglia (cuadriciclos) y Fabricio Fuentes (motos). Ambos pilotos ayer fueron ovacionados a su llegada a Uyuni. Se espera que en las próximas horas lleguen en buenas posiciones a la ciudad de Iquique.

El presidente Evo Morales dijo que el Dakar, competencia internacional que se corre por territorio nacional por segundo año consecutivo, une al mundo.

Morales, desde el sábado sigue la competencia que tiene como destacado al boliviano Walter Nosiglia, entre otros, y en esta jornada se encargó de dar la largada al segundo grupo de motos, que partió de Uyuni con destino a Iquique.

El jefe de Estado expresó su satisfacción por la acogida que dio el pueblo boliviano a los competidores y relató que los pobladores de un municipio desconocen el nombre de su Alcalde, pero sí conocen el de Nosiglia.

Agregó que el "Dakar es patrimonio del pueblo boliviano, nada menos que el Salar de Uyuni", escenario majestuoso por el que atravesaron los corredores.

El paso de los autos, motos y cuadras por el salar de Uyuni fue espectacular. Más allá de quién ganó la octava etapa, que terminó en la ciudad chilena de Iquique, el hecho principal fue que por primera vez el Dakar corrió por el desierto de sal más grande del mundo.