El 23 del mismo mes, día de donativos al dios del Hogar, los chinos comen "Tanggua", un tipo de caramelo en forma de melón hecho con cebada. La gente unta este tipo de azúcar en las bocas de los dioses del Hogar, para que no diga cosas malas sobre la familia ante el Emperador de Jade, la máxima divinidad taoísta.
Un día después corresponde a la limpieza general, y los chinos matan cabras y cerdos el 25 para asar sus carnes un día más tarde.
Ya el 27 se matan gallos para preparar distintos platos, el 28 se fermenta la masa de harina y el 29 se hacen panes de diferentes sabores.
Los preparativos son bastante intensos para que la gente no use cuchillos al cocinar en la noche vieja, el último día del año. Esta costumbre heredada de los antecesores significa la paz y tranquilidad.