BEIJING, 11 jul (Xinhua) -- La repatriación reciente desde Tailandia de más de 100 inmigrantes ilegales a China llamó la atención internacional y provocó protestas de algunos países y preocupación en la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados.

La repatriación de Tailandia de inmigrantes ilegales a China es parte de la cooperación normal entre los dos países en la campaña contra el tráfico de humanos, así como una obligación internacional.

Estos ciudadanos de una minoría china repatriados eran inmigrantes ilegales que habían viajado a Tailandia y permanecido ahí. Una gran cantidad de inmigrantes ilegales y "cabezas de serpiente" (traficantes de humanos) han sido repatraidos desde el sureste de Asia este año.

Algunos eran sospechosos de delitos o de participar en actividades terroristas en China. Otros eran chinos ordinarios que se vieron obligados a coaccionados a cruzar la frontera nacional para buscar "una vida mejor".

La inmigración ilegal mediante el uso de pasaportes falsos viola la ley y va en contra del orden internacional normal de salida y entrada. La policía china ha tratado a los repatriados de acuerdo con la ley y para proteger sus intereses, educando y reasentando a quienes fueron coaccionados. La mayoría ha regresado a vidas nuevas y normales.

Tomar medidas contundentes contra los inmigrantes ilegales y el contrabando es una obligación de todos los países. Politizar la repatriación desde Tailandia de inmigrantes ilegales chinos y calificarlos de manera incorrecta como "refugiados", huele a doble moral.

Algunos gobiernos y fuerzas extranjeras han ignorado los hechos básicos, y critican la cooperación en la aplicación de la ley entre China y Tailandia, y politizan el asunto. Estas fuerzas sirven como cómplices en la inmigración ilegal y el contrabando y violan los tratados y leyes internacionales, lo que daña los esfuerzos globales conjuntos en el combate a la inmigración ilegal.

Durante mucho tiempo, las tácticas de criticar los temas étnicos y religiosos de China, y la interferencia en los asuntos internos, han sido usados por algunas fuerzas extranjeras para alterar la seguridad y estabilidad de China.

Temas como la inmigración ilegal son delitos simples y no deben relacionarse con los problemas étnicos o religiosos. Los países y las organizaciones internacionales que mezclan los asuntos y engañan a la opinión pública están exponiendo sus verdaderas intenciones.