Libro blanco: Viejo sistema en Tíbet condenado a su fin

Actualizado 2015-04-15 17:26:44 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 15 abr (Xinhua) -- El fin de la servidumbre feudal teocrática en el Tíbet fue una inevitabilidad histórica, dado que el sistema iba completamente en contra de la corriente progresista en China y en el resto del mundo, según un libro blanco hecho público hoy miércoles.

El sistema atentaba contra la dignidad humana, violaba seriamente los derechos humanos básicos y obstaculizaba de raíz el desarrollo social del Tíbet, indica el documento titulado "Opción histórica del Tíbet por el camino de desarrollo", publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado.

Los poderes políticos y religiosos se combinaron con una supremacía absoluta mantenida por el poder religioso, que era una manifestación típica de la teocracia, según el documento.

Antes de la reforma democrática efectuada en 1959, el Tíbet contaba con 2.676 monasterios y 114.925 monjes. El número de monjes representaba, aproximadamente, un cuarto de la población masculina. Este porcentaje superaba con creces el número de clérigos de la Edad Media en Europa, algo raramente visto en el mundo, indica el libro.

Debido a que una gran cantidad de la población no se dedicaba a la procreación o a la producción sino que servían de instrumentos de la política teocrática para la opresión y explotación, los recursos sociales eran escasos y el crecimiento demográfico se mantuvo estancado durante largo tiempo, según el libro.

Bajo la servidumbre feudal, los seres humanos eran clasificados en categorías. Los Códigos de 13 y 16 Artículos, que rigieron en el viejo Tíbet durante varios siglos, dividían a la gente en tres clases con nueve categorías, sancionando legalmente la rígida jerarquía social.

Esta atrasada estructura social convirtió al viejo Tíbet en una sociedad polarizada entre pobres y ricos. Encerrado en sí mismo y atrasado, alejado de la civilización moderna, el Tíbet no se parecía nada al "Shangri-La" de las fantasías, agrega el documento.

Tras la fundación de la Nueva China y a medida que fue desarrollándose y progresando la sociedad china, entre finales de la década de 1950 y comienzos de la década de 1960, el viejo sistema del Tíbet fue totalmente erradicado.

Sin embargo, el XIV Dalai Lama se mueve contra la corriente de la historia: en lugar de reconocer la brutalidad y la crueldad del sistema teocrático del viejo Tíbet, sueña con resucitar algún día de nuevo en el Tíbet ese tipo de sistema. Los documentos concernientes al XIV Dalai Lama contienen claras alusiones a ello, según el libro blanco.

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