ENFOQUE: Experto extranjero valora filosofía de China sobre los derechos humanos y su participación en ayuda a naciones africanas

Actualizado 2015-03-09 19:37:47 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 9 mar (Xinhua) -- El catedrático de los derechos humanos de la Universidad de Utrecht, en Holanda, Tom Zwart, elogió la filosofía de China respecto a los DD.HH., así como su participación en la ayuda a las naciones de Africa, e instó al país asiático a compartir el sueño chino y su sabiduría con la comunidad internacional.

En un artículo recientemente publicado sobre la filosofía de los derechos humanos de China, que guía su asistencia al continente africano, Zwart subrayó que sólo los enfoques basados en los valores profundamente arraigados y en las instituciones sociales son aplicables y eficaces en lo referente a la protección de los derechos humanos a nivel local.

COOPERACION BASADA EN IGUALDAD SIN CONDICIONES POLITICAS

El presidente de China, Xi Jinping, realizó, hace apenas dos años, una visita al continente africano en el marco de su primera gira en el extranjero como jefe de Estado chino.

Durante su visita a Tanzania, Xi instó a todos los países del planeta a respetar la dignidad y la independencia de Africa, a la hora de desarrollar relaciones con este "continente lleno de esperanza y promesa".

A diferencia de las relaciones entre China y Africa destinadas a fomentar la "imparcialidad y extender la justicia", expuso Zwart, las ayudas por parte de Occidente a Africa se realizan en algunas formas vinculadas a estrictas condiciones, ya que los países occidentales han estado tratando de promocionar sus puntos de vista sobre el mundo, que son "ajenos a los africanos".

"Sin embargo, no hay condiciones políticas de esta índole sujetas a la asistencia de China (...) Porque la cooperación China-Africa se basa en la igualdad", subrayó el profesor.

FILOSOFIA DE LOS DD.HH. COMPARTIDA

"China y Africa perciben su cooperación en sus propios términos filosóficos comunes" y, por ello, "no les necesario recurrir al vocabulario occidental de los derechos humanos", argumentó Zwart.

A diferencia de la percepción occidental de los derechos humanos a través de los lentes del legalismo y el liberalismo, los "valores e instituciones sociales que han surgido durante siglos y algunas veces milenios" en China y Africa pueden definirse con justicia como derechos humanos, dijo Zwart.

Estos principios como "amistad, virtud, reciprocidad, armonía, benevolencia y lealtad", que "caracterizan las relaciones chino-africanas y sirven como importantes componentes básicos para la protección de los derechos humanos", cumplen los requisitos de los tratados de los DD.HH. bajo la asunción capital del llamado enfoque receptor.

El concepto, que ha sido elaborado por un grupo de destacados académicos chinos, supone que el "deber del Estado de implementar una obligación particular sobre los derechos humanos puede adaptarse a valores e instituciones sociales distintas a las leyes", explicó Zwart.

También permite la complementariedad entre las obligaciones internacionales y el contexto cultural, social y político local cuando se trata de asuntos de derechos humanos, agregó, basándose en que "los derechos humanos sólo serán efectivos si brotan de valores locales".

SUEÑO CHINO MERECE SER COMPARTIDO FUERA DE CHINA

Tras mencionar que la cooperación entre China y Africa se remonta a la década de 1950, Zwart elogió el apoyo a largo plazo de China a "los países africanos para que resuelvan sus propios problemas utilizando sus propios remedios, mientras que respeta su autonomía y su dignidad", permitiendo así a "Africa mantener el control de su propio destino".

Hace varias décadas, China respaldó a Africa en sus movimientos de liberación para luchar contra el colonialismo e implementar el derecho a la autodeterminación. En la actualidad, China le ha ayudado a mejorar su ambiente educativo y sus condiciones sanitarias y a fortalecer su economía y sus infraestructuras, destacó el profesor.

"La participación más activa de China en el discurso sobre los derechos humanos, a través de la presentación de su filosofía sobre estos, así como sus resultados, debe ser bienvenida", añadió.

"Por lo tanto, China no debe mantener sus ideas y conceptos para sí misma, sino darlos a conocer a los demás llevándolos a los mercados internacionales de ideas", continuó Zwart, quien resaltó que "el sueño chino merece ser compartido también con la gente fuera de China".

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