Por Li Li
BEIJING, 9 feb (Xinhua) -- Con la crítica mordaz sobre la propuesta estadounidense de proporcionar armas a Ucrania todavía resonando en sus oídos, la canciller de Alemania, Angela Merkel, ha llegado este lunes a Washington en una visita.
Dicha crítica y la visita sorpresa a Moscú realizada el viernes pasado por Merkel, junto con el presidente francés, Francois Hollande, han abierto una grieta en el alineamiento de Occidente frente a Rusia sobre la crisis de Ucrania.
La Unión Europea (UE) debe aferrarse a su postura. Su propósito de mantener contactos con Rusia para resolver pacíficamente la crisis de Ucrania supone el camino correcto, mientras que la idea de Washington de armar a Ucrania solo será contraproducente y peligrosa.
Como dijo Merkel, admitiendo las dificultades en las negociaciones con Rusia, la propuesta estadounidense no conducirá al "progreso que Ucrania necesita". Probablemente provocará un círculo vicioso en el país de Europa Oriental que acabará amenazando la estabilidad regional e incluso mundial.
De hecho, hay buenas razones para que la UE, y Rusia, permanezcan alerta contra la agenda oculta de Washington, aunque esto haya causado que EEUU acuse de que se vaya a volver la espalda a un aliado.
No es casualidad que pocos de los esfuerzos encaminados a resolver pacíficamente la crisis, como los acuerdos de Minsk y el diálogo de Normandía, hayan recibido la participación o el apoyo de Estados Unidos.
Si la crisis de Ucrania persiste y se deteriora, y si comienza una nueva etapa de la "Guerra Fría", como algunos temen, Estados Unidos sería el único preparado para ganar en tal situación mientras que todos los demás acabarían condenados a perder.
En primer lugar, es improbable que las llamas de la guerra que arden en Ucrania crucen el Atlántico para llegar al territorio estadounidense, aunque estas muy probablemente sí causen estragos en la UE y en Rusia si no se ponen bajo control.
Esta es la razón por la que Washington se permite el lujo de ofrecer armas a Ucrania, donde la actual violencia se ha cobrado ya miles de vidas, mientras que otros países u organizaciones cuyos intereses se ven afectados directamente, como la UE y Rusia, no pueden hacerlo.
Además, Washington, azuzando las llamas de la guerra, reforzaría su papel líder en lo referente a la seguridad de Europa, y posiblemente revitalizará la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza militar liderada por Estados Unidos cuya influencia se ha ido reduciendo.
Sin embargo, parece que EEUU se olvida de una cosa: el mundo ha cambiado mucho. En la actualidad la tendencia principal es la de la paz y el desarrollo, y no la de la guerra y la confrontación.
Para la UE, que tiene fuertes relaciones económicas con Rusia, sería extremadamente insensato poner su futuro solo en manos de Washington, sirviendo a los intereses de EEUU a costa de los suyos propios.
En cuanto a la crisis de Ucrania, lo más importante e imperativo es poner fin inmediato a todas las acciones violentas y reanudar el diálogo pacífico entre el gobierno de Kiev y los insurgentes independentistas.
Entre tanto, la comunidad internacional debe aprovechar todas las oportunidades posibles para conseguir, mediante esfuerzos constructivos, una pronta solución a esta crisis.