BEIJING, 24 ene (Xinhua) -- El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Suiza ha brindado beneficios concretos para ambas partes y servido de buen ejemplo para la cooperación entre el país asiático y la Unión Europea (UE).
Al reunirse el miércoles con la presidenta de la Confederación Suiza, Simonetta Sommaruga, en el centro turístico de Davos, el primer ministro chino, Li Keqiang, apuntó que ambas partes deben implementar con mayor fuerza el TLC, ampliar la inversión de doble vía y profundizar la cooperación en la manufactura de alta calidad y la agricultura moderna para beneficio de los dos países.
Suiza se ha convertido en el primer socio de libre comercio de China entre las principales 20 economías del mundo. Según el acuerdo comercial, casi la totalidad de las exportaciones chinas al país europeo están exentas de aranceles, mientras que en el caso de las exportaciones suizas a China es de aproximadamente el 85 por ciento.
Sin dudas, el TLC ha producido logros fructíferos. Bajo el marco del acuerdo, Suiza y sus industrias competitivas, incluidas medicina, maquinaria, fabricación de relojes y turismo, se benefician del enorme mercado chino.
Entre tanto, China importa la tecnología de vanguardia de Suiza, la cual ayuda a acelerar la transformación y la actualización industriales, a la vez que los consumidores chinos gozan de más productos suizos libres de aranceles.
Según estadísticas, el comercio bilateral creció establemente y la estructura comercial se ha optimizado. De enero a noviembre de 2014, el volumen comercial bilateral llegó a 38.860 millones de dólares.
El TLC China-Suiza sirve además de modelo para la cooperación económica entre la nación asiática y Europa.
China y la UE, dos gigantes económicos mundiales, han estado involucrados en una serie de disputas comerciales. Sin embargo, Beijing está comprometida a solucionar las fricciones económicas y comerciales a través del diálogo y la consulta, y expresó su buena voluntad para comenzar un estudio conjunto de viabilidad sobre un TLC China-UE.
China, que experimenta una ralentización económica estructural, y la UE, que se esfuerza por lograr la recuperación económica, se necesitan mutuamente.
Un TLC entre China y la UE, el mayor socio comercial de Beijing, promoverá definitivamente el desarrollo económico de ambas partes y ayudará a impulsar la economía mundial.