Por Raúl Menchaca
Imagen del 23 de abril de 2019, de personas visitando una galería de arte contemporáneo en un antiguo cine-teatro del barrio chino que es sede colateral de la Bienal de Artes Plásticas de La Habana, en La Habana, capital de Cuba. Un antiguo cine-teatro del barrio chino de la capital cubana se ha convertido desde hace cinco años en una galería de arte contemporáneo, que es sede colateral de cada Bienal de Artes Plásticas de La Habana. "Galería continua" es la primera sala expositiva extranjera asentada en la isla, como parte de un proyecto nacido en 1990, en la ciudad italiana de San Gimignano, donde unieron fuerzas tres amigos: Lorenzo Fiaschi, Mario Cristiani y Maurizio Rigillo. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 25 abr (Xinhua) -- Un antiguo cine-teatro del barrio chino de la capital cubana se ha convertido desde hace cinco años en una galería de arte contemporáneo, que es sede colateral de cada Bienal de Artes Plásticas de La Habana.
"Galería continua" es la primera sala expositiva extranjera asentada en la isla, como parte de un proyecto nacido en 1990, en la ciudad italiana de San Gimignano, donde unieron fuerzas tres amigos: Lorenzo Fiaschi, Mario Cristiani y Maurizio Rigillo.
El proyecto reconfiguró en 2014 el uso del viejo cine-teatro Aguila de Oro.
Lo transmutó en un espacio poco convencional, alejado del concepto de las galerías de paredes blancas y de las exposiciones tradicionales entre cuatro paredes.
"Aquí en Cuba el objetivo es doble: que el público cubano y el público internacional de paso por la isla vean y conozcan a artistas y proyectos internacionales interesantes en el contexto cubano", dijo a Xinhua la italiana Luisa Ausenda, mánager de la Galería.
Ausenda, una economista de Milán asentada desde hace tres años en La Habana trabaja en estrecha colaboración con el Consejo Nacional de Artes Plásticas (CNAP), una institución del Ministerio de Cultura de la isla.
"La idea es que el arte extranjero viaje a Cuba, pero también que los artistas cubanos desarrollen, gracias a 'Galería continua', su carrera dentro y fuera de Cuba", explicó Ausenda, de 26 años.
Por estos días, la galería exhibe la muestra personal "Permiso para el cóctel", de la ucraniana Zhanna Kadyrova, cuyas piezas están inspiradas y realizadas en la isla, donde participa en la XIII Bienal de La Habana.
Kadyrova sigue en sus trabajos la línea de los valores plásticos y simbólicos que le aportan los materiales urbanos de construcción, por lo que la cerámica, el cristal, la piedra y el concreto, representan los entes fundamentales en la exposición.
En el piso superior están colgados varios percheros con piezas de ropa confeccionadas con losas de un viejo hospital antituberculoso de la capital cubana.
Sobre el escenario, una cortina de vidrio construida con objetos encontrados por la artista en sus viajes antecede a "Cuando estoy gestando", una instalación de Anish Kapoor, un escultor nacido en Bombay, India, pero radicado en Reino Unido.
La conservación del escenario obliga a recordar que en ese lugar estuvo el Aguila de Oro, uno de los cuatro cines del barrio chino habanero, junto al Nuevo Continental, el Pacífico y La Gran China.
Edificado en la década de 1930, el Aguila de Oro fue el único que además de filmes en cantonés, ofrecía una programación estable de teatro con obras de ópera china, algunas interpretadas por cubanas descendientes de chinos.
En años más recientes, cuando únicamente era un cine de barrio venido a menos, solo exhibía películas de artes marciales, muchos de cuyos rollos abandonados fueron hallados después por quienes inauguraron la galería.
Pero de aquellos tiempos de ópera y cine queda apenas el recuerdo y la conservación del inmueble, cuya fachada se mantiene tal y como era, aunque ahora también exhibe un gran cartel de la "Galería continua".
"Sin dudas, nosotros recordamos el pasado de este lugar y nunca vamos a desaparecer el escenario que es el símbolo principal de que aquí hubo en algún momento un concurrido teatro de una cultura milenaria", dijo Ausenda.
En su nueva vida, el antiguo cine ha pasado a ser el epicentro cultural de la zona, pues Ausenda y sus colaboradores no solo organizan exposiciones, sino muchos eventos dedicados a la comunidad, sobre todo para sus niños.
Música, danza, teatro y todo tipo de manifestaciones tienen cabida en ese lugar, que aprovecha un solar yermo aledaño, sede de ferias no comerciales de talentos creativos y sostenibles, dominado ahora por el "Gigante observando la ciudad", un gran mural del artista francés JR, pintado sobre una pared externa del cine.
Esa mezcla entre la milenaria cultura china, representada por el Aguila de Oro, y la modernidad del arte que expone la "Galería continua", ha transformado un inmueble que recuperó su protagonismo en el barrio chino de La Habana, que en su momento de esplendor fue uno de los más grandes de América.
Imagen del 23 de abril de 2019, de personas visitando una galería de arte contemporáneo en un antiguo cine-teatro del barrio chino que es sede colateral de la Bienal de Artes Plásticas de La Habana, en La Habana, capital de Cuba. Un antiguo cine-teatro del barrio chino de la capital cubana se ha convertido desde hace cinco años en una galería de arte contemporáneo, que es sede colateral de cada Bienal de Artes Plásticas de La Habana. "Galería continua" es la primera sala expositiva extranjera asentada en la isla, como parte de un proyecto nacido en 1990, en la ciudad italiana de San Gimignano, donde unieron fuerzas tres amigos: Lorenzo Fiaschi, Mario Cristiani y Maurizio Rigillo. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Imagen del 23 de abril de 2019, de una mujer visitando una galería de arte contemporáneo en un antiguo cine-teatro del barrio chino que es sede colateral de la Bienal de Artes Plásticas de La Habana, en La Habana, capital de Cuba. Un antiguo cine-teatro del barrio chino de la capital cubana se ha convertido desde hace cinco años en una galería de arte contemporáneo, que es sede colateral de cada Bienal de Artes Plásticas de La Habana. "Galería continua" es la primera sala expositiva extranjera asentada en la isla, como parte de un proyecto nacido en 1990, en la ciudad italiana de San Gimignano, donde unieron fuerzas tres amigos: Lorenzo Fiaschi, Mario Cristiani y Maurizio Rigillo. (Xinhua/Joaquín Hernández)
