LA HABANA, octubre 21, 2018 (Xinhua) -- Imagen del 20 de octubre de 2018, de la perra "Nena", paseando sobre un camión del Comando 5 de los bomberos, en La Habana, Cuba. Cada día, Margarita García se acerca a la centenaria Plaza de Armas, donde cuida y alimenta a una decena de perros callejeros que hoy se desempeñan como singulares guardianes del patrimonio de la zona histórica de La Habana Vieja. La adopción de perros como mascotas no es un fenómeno único de la zona antigua de la capital cubana, pues incluso respetables instituciones como los bomberos tienen adoptado a algún can. El Comando 5 de La Habana lleva en sus carros a Nena, una perra flacucha que un bombero recogió en la calle y que ahora participa en cada intervención de esos hombres, a quienes observa y espera ansiosa sentada al lado del chofer. Cuando Margarita está en el trabajo o en la casa, donde tiene cinco perras, los canes andan desperdigados por la Habana Vieja, y en la madrugada acompañan a los custodios de los múltiples inmuebles patrimoniales de la zona. Las leyes cubanas prohíben la presencia de animales en lugares de trabajo, aunque se exceptúan los perros de guardia, exclusión que parecen aprovechar los canes de Margarita para pasarse de noche por una decena de instituciones gubernamentales en compañía de los custodios. (Xinhua/Joaquín Hernández)