Imagen del 7 de septiembre de 2018 de un vendedor ambulante y pregonero ofreciendo flores a sus clientes en la zona de La Habana Vieja, en La Habana, capital de Cuba. Típicos como la palma real son en Cuba los pregones, esa forma tan peculiar de ir anunciando productos por las calles, de forma poética, jocosa y a veces musical. Los vendedores, tanto jóvenes como ancianos, hombres y mujeres, son a la vez trabajadores privados, promotores de venta y bardos, en cuyos anuncios abundan los símiles, metáforas y las más increíbles figuras del lenguaje, podrían dejar boquiabiertos a los grandes poetas del siglo XIX en Iberoamérica. En Cuba, el pregón no sólo es una necesidad mercantil sino una tradición, y ha mutado para adaptarse a los nuevos tiempos, donde la tecnología forma parte de la cotidianidad, por eso algunos se acompañan de bocinas y de música. (Xinhua/Joaquín Hernández)