BEIJING, 19 dic (Xinhua) -- El Banco Mundial ha elevado su pronóstico de crecimiento para China en 2017 del 6,7 al 6,8 por ciento por el alza de los ingresos de los hogares y la mejora de la demanda externa, según señala su último informe, publicado hoy martes.
Se trata de la segunda revisión al alza que el banco hizo para China, después de que elevara la proyección del 6,5 al 6,7 por ciento en abril.
"China ha mantenido un crecimiento resistente y ganado impulso reformador gracias a que las autoridades del país han tomado una serie de medidas para reducir los desequilibrios macroeconómicos y controlar los riesgos financieros sin un impacto notable sobre el crecimiento", opinó John Litwack, economista jefe del Banco Mundial para China.
"Como resultado, el restablecimiento del equilibrio económico recibió un impulso. El incremento de los ingresos de los hogares y el consumo aceleraron el aumento de la inversión", agregó.
Litwack destacó que las exportaciones volvieron a contribuir positivamente al crecimiento, la confianza empresarial mejoró, la creación de nuevos puestos de trabajo siguió boyante, las salidas de los capitales se estabilizaron y el renminbi se apreció frente al dólar.
El banco estimó que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de China se desacelerará al 6,4 por ciento en 2018 y al 6,3 por ciento en 2019, debido principalmente al endurecimiento de las políticas nacionales.
"La política monetaria prudente, una regulación más estricta del sector financiero y los continuos esfuerzos del gobierno para reestructurar la economía y dominar el ritmo del apalancamiento contribuirán a la moderación del crecimiento", señala el documento.
"Las condiciones económicas favorables hicieron de éste un momento oportuno para impulsar la reducción de las vulnerabilidades macroeconómicas y avanzar las reformas en aras de lograr un desarrollo de mejor calidad, más eficiente, más justo y más sostenible", manifestó Elitza Mileva, economista sénior del Banco Mundial y coautora del informe.
El documento también indica que el cumplimiento exitoso de las reformas del presupuesto gubernamental y el sistema de pensiones del país fueron importantes para la estabilidad macroeconómica, el reequilibrio económico y la transformación social del país en los años venideros.
El principal riesgo bajista consiste en el creciente apalancamiento del sector no financiero.
"A pesar de la última desaceleración, los créditos aún crecen a un ritmo más rápido que el PIB. Los préstamos bancarios pendientes alcanzaron el 150 por ciento del PIB en noviembre de 2017, por encima del 103 por ciento registrado a finales de 2007", explica el informe.
El PIB de China se incrementó un 6,9 por ciento interanual en los primeros tres trimestres, superando la meta de alrededor del 6,5 por ciento establecido por el gobierno para el año.
Gracias a un crecimiento mejor de lo esperado, el Fondo Monetario Internacional ha ajustado su previsión para la economía china por cuarta ocasión este año: para 2017 prevé un crecimiento del 6,8 por ciento y para el año que viene pronostica una expansión del 6,5 por ciento.