Por Dang Qi
Imagen cedida por el Comando del candidato Alejandro Guillier, del candidato a la presidencia de Chile, Alejandro Guillier (c-frente), participando durante la "Marcha por la Igualdad Santiago Parade 2017" en Santiago, capital de Chile, el 25 de noviembre de 2017. De acuerdo con información de la prensa local, la marcha fue organizada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) para exigir la aprobación de las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género, y contó con la presencia del candidato a la presidencia de Chile, Alejandro Guillier. (Xinhua/Jorge Villegas)
SANTIAGO, 25 nov (Xinhua) -- El candidato presidencial de centro izquierda de Chile, Alejandro Guillier, confía en que un "importante porcentaje" de votantes del conglomerado de izquierdas Frente Amplio le dé su apoyo en la segunda vuelta del próximo 17 de diciembre.
"Esperamos que haya un porcentaje importante que nos vote porque si no, no ganamos", afirmó el aspirante oficialista en entrevista a Xinhua para hablar sobre los temas claves para la segunda vuelta que disputará con el candidato de derecha, Sebastián Piñera.
En la primera vuelta efectuada el pasado domingo, Piñera obtuvo el 36 por ciento del apoyo, Guillier el 22 por ciento y la líder del Frente Amplio (FA), Beatriz Sánchez, el 20 por ciento, lo cual sitúa a ésta última como la figura clave en el nuevo tablero político de Chile.
Sin embargo, Guillier descartó que ese 20 por ciento apoye en bloque a su candidatura, aun cuando la propia Sánchez se lo pidiese en las próximas fechas.
"Lo que hemos aprendido todos es que los líderes políticos no administran los votos que tienen. La gente puede votar por muy distintas circunstancias (...) Y por lo tanto, aunque los dirigentes del FA dijeran que hay que apoyar mi lista, muchas personas van a decir que no están de acuerdo o no van a ir a votar", explicó.
El senador independiente, quien llegó a la segunda ronda apoyado por una coalición de izquierdas, analizó el fenómeno que dio la sorpresa en la primera ronda al acumular un 20 por ciento que no esperaba ni la más optimista de las izquierdas.
"El FA tiene una marcada impronta generacional, es interesante porque es una visión nueva que está surgiendo. Y por lo tanto, yo espero que eso progrese y crezca. Ahora, son movimientos que todavía no están consolidados, son formados por distintas agrupaciones con diferencias internas", comentó.
Sin embargo, reiteró que aún es un movimiento joven que no está capacitado para gobernar porque necesita una definición.
"El Frente Amplio es una coalición que está más en el testimonio, en adquirir identidad, que en ser gobierno. Eso nos puede complicar un poco los acuerdos para poder gobernar, pero el desafío es que la sociedad tiene que renovarse y la política también", afirmó.
Guillier se refirió a la dificultad de cautivar a los votantes de Beatriz Sánchez y señaló que la estrategia de algunos dirigentes del Frente Amplio puede ir por otros caminos.
"Es más un voto-protesta, un voto que quiere algo nuevo pero que todavía no necesariamente es maduro", observó al apostar por un discurso "coherente" que le permita cosechar las simpatías de un importante número de integrantes de cada estrato.
"Tenemos una buena propuesta para Chile", la cual debe mantenerse, "convencer incluso a los que no nos apoyaron para que voten por nosotros. Yo creo que Chile es un país de centroizquierda, pero el elector está molesto con nosotros porque en nuestra evolución (de) 27 años, el poder lo han administrado muy pocos", consideró.
En este escenario, Guillier resaltó su programa ante la derecha de Piñera, al que acusó de proponer reformas "con letra pequeña".
"Piñera puede hoy decir que no cree en la educación pública y mañana decir que la va a promover. El va a mirar al votante, a contar cuántos votos necesita para ganar. Pero siempre se reservará una letra pequeña que va a decir 'en la medida que el país crezca' (...) Nosotros, en cambio, tenemos definiciones precisas", consignó.
"Hay una derecha que empieza a darse cuenta que tiene que mirar al centro si quiere ganar. Pero está más confundida porque no tiene un proyecto histórico para Chile. Todavía están en una ambigüedad entre irse a la extrema derecha, ir un poco al centro", dijo el candidato de izquierda.
También criticó la falta de "discurso" de Piñera y su partido en la campaña y tras la primera ronda del pasado domingo.
"Como tiene una forma de decirle a los chilenos hacia dónde les va a conducir, juega mucho a decir 'administramos mejor', lo que es un mito (...) Su gobierno estuvo marcado por la corrupción. Hay ministros que están enfrentándose a los tribunales por la aprobación de leyes, hubo interferencias del sector privado" en la compra de votos", indicó.
Resaltó además las diferencias entre su programa y el del candidato de Chile Vamos, al que acusó de centrarse en "solo crecer" económicamente.
"Chile tiene que dar un salto en su matriz productiva, tiene que diversificar, tiene que agregar valor, tiene que invertir en ciencia y tecnología y la derecha, en temas como medio ambiente, sigue despreciando, no está en su discurso. Si ustedes revisan el discurso de Piñera, no dice nada de estas cosas que estamos conversando", afirmó.
Guillier, quien en la parte final de la campaña se presentó como el continuador del legado de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, busca mantener cierta distancia para no espantar al "voto-protesta" que se decantó por el Frente Amplio.
"El gobierno no puede ser mera continuidad de la administración Bachelet. Vamos a continuar ciertas políticas públicas, pero también tiene que tener algo nuevo que es mirar más decididamente a que el ciudadano hoy no solo quiere votar por representantes, quiere participar en la toma de decisiones", explicó.
"Todos los partidos tienen que renovarse, tienen que abrirse y entender que los movimientos sociales son parte del escenario nuevo, que la ciudadanía quiere un país más horizontal", agregó.
