
QUITO, diciembre 29, 2016 (Xinhua) -- Muñecos son exhibidos para su venta, en la ciudad de Quito, capital de Ecuador, el 29 de diciembre de 2016. Una de las principales tradiciones ecuatorianas para celebrar la llegada del nuevo año es la quema a media noche de los muñecos denominados "Años Viejos". Durante las últimas horas del 31 de diciembre y las primeras del 1 de enero, los ecuatorianos celebran la despedida del año que termina y dan la bienvenida al que empieza, quemando muñecos elaborados con cartón, papel periódico o aserrín, algunos vestidos con ropa que se cose para mantener dentro el relleno que en algunas ocasiones también incluye piritecnia y portando una "careta" o máscara con distintas imágenes, las más populares alusivas a políticos y personajes animados. Ese tipo de muñeco es tradicional de la zona andina del país, ya que en la costa los más populares son los "monigotes", muñecos con distintas formas, elaborados con papel maché que pueden alcanzar varios metros de alto. La Quema del Año Viejo se realiza de acuerdo a la tradición popular para alejar, por medio del fuego, todo lo malo del año que pasó, malas energías o malos recuerdos, dejando todo atrás para dar la bienvenida al año que empieza. Mientras el muñeco se quema, muchas personas saltan la fogata en la que el Año Viejo se consume como una tradición para tener aún más suerte en el nuevo año. (Xinhua/Str)
La ciudad costera de Guayaquil (suroeste), la segunda más grande, es la que más concentra la fabricación de monigotes y obras que sobrepasan los 10 metros de altura.
Los trabajos empiezan meses antes en los barrios de la urbe, donde es habitual el golpe de martillos, el serruchar de maderos y el olor a pintura que le da el atractivo a los muñecos.
Desde el pasado lunes en Quito, donde la tradición data desde hace 150 años, comerciantes tomaron las aceras y esquinas de los barrios para vender monigotes de todo tamaño a precios que van desde los cinco hasta los 80 dólares.
En un puesto al aire libre en el sur de Quito, Nely Chasiluiza, comerciante de monigotes, contó a Xinhua que ésta es una tradición familiar.
"Todos los años he trabajado con mis papás, desde que tengo uso de razón siempre hemos vendido", indicó la mujer de 25 años.
"Los muñecos son traídos de Guayaquil. Tenemos muñecos de los 'minions' (película animada), de los 'Angry Birds' (serie de videojuegos) y del 'Chavo del 8'", relató.
Chasiluiza comentó que se ha ido perdiendo la tradición de elaborar muñecos rellenos de aserrín.
Los comerciantes deben sortear el frío, la lluvia y el variable clima de Quito, pues es una época para obtener algo de dinero.
"La gente llega en familia a comprar su monigote, hay para grandes y chicos, es una costumbre que también une a las familias que disfrutan observar los muñecos, las pelucas y las caretas que dan vida a la festividad", expresó Denis Herrera, otro vendedor, a Xinhua.