CHENGDU, 18 oct (Xinhua) -- Vestido de la cabeza a los pies con ropa estampada de dibujos de osos panda, William Burke ha volado al suroeste de China desde Hawai (EE UU) con su esposa, Karom, para ver en persona a los pandas que van a apadrinar.
Más de 60 "padres" de todo el mundo tuvieron la oportunidad de visitar a los osos que adoptaron con sus donaciones en la I Actividad Internacional de Comunicación Cultural sobre Pandas de China, que terminó el domingo en Chengdu, en la provincia suroccidental de Sichuan.
"La primera vez que vi a Tai Shan, en el zoológico nacional de Washington D.C. en 2005, me sorprendió mucho que un cachorro de panda pudiera ser tan pequeño como una barrita de mantequilla", recuerda Karom.
"Karom y yo decidimos entonces adoptar un panda. Mira, esta que está dibujada en mi camiseta es nuestra primera hija, Bai Xue", señala William.
Desde 2007, William y Karom han apadrinado tres pandas: Bai Xue, su hijo Jin Ke, y su nieto Lin Ping.
Los osos han pasado a formar parte de su familia.
"Cuando Bai Xue falleció el año pasado, sentimos tanta tristeza como si hubiéramos perdido a un familiar", rememora Karom.
"Pero también tenemos momentos felices", añade William. "Estamos encantados de que los pandas pasasen el mes pasado de ser considerados como 'amenazados' a 'vulnerables' en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Mi primo me mandó este reloj con un panda dibujado para celebrarlo", muestra.
La estadounidense Suzanne Braden ha adoptado cuatro pandas. En 1999 adoptó al primero, al que bautizó como su difunto padre, Harvey.
"Mientras volvíamos de visitar a los pandas en China iba pensando que debemos hacer algo para proteger a esta especie tan linda", asegura. Junto a su amiga Diane Rees, fundó Pandas International en 2000. Esta ONG se dedica exclusivamente a la protección de los pandas.
En los últimos 16 años, Pandas Intenational ha suministrado incubadoras, leche de fórmula y juguetes a los pandas de Sichuan, para los que proporcionó equipos médicos avanzados y restauró el bambú desaparecido por el terremoto de Wenchuan de 2008.
"Todo el mundo debe trabajar como nunca para proteger a los pandas", pide Suzanne. "Y yo voy a hacerlo hasta la muerte".
Hasta la fecha, en las actividades de Pandas International han participado más de 5.000 personas de más de 20 países.
Gracias a la ayuda de esa ONG, el Instituto Japonés de Protección de los Pandas y otras organizaciones, 731 individuales procedentes de 20 países, entre ellos EEUU, Japón, Reino Unido, Tailandia y Brasil, han apadrinado a los osos panda en los últimos cuatro años, según el Centro de Investigación y Conservación del Panda Gigante de China.
"Nuestras [actividades de divulgación] han servido como plataforma para que los padrinos de pandas compartan sus historias y animen a otros a unirse a nuestros esfuerzos para proteger la especie", señala Zhang Haiqing, subdirector del centro de investigación.
Además de para la divulgación y la educación, el centro también ha establecido programas de cooperación para la investigación científica con 12 parques zoológicos de 10 países, entre ellos la República de Corea, Bélgica y Austria, para que los amantes del panda pueden ver estos excepcionales animales en sus países.
Desde 1996, cuando el centro llevó por primera vez a los pandas Bai Yun y Shi Shi a Estados Unidos para un programa de cooperación, un total de 26 pandas han viajado al extranjero, resultando en 17 cachorros.
