BUENOS AIRES, 14 jul (Xinhua) -- El fallo del arbitraje iniciado unilateralmente por Filipinas sobre el Mar Meridional de China "adolece de contradicciones" e "intenta infiltrarse en el marco de la legalidad", advirtió el experto argentino Pablo Ferrara.
"El laudo dice que no va a tratar cuestiones de soberanía, sobre todo en lo que se refiere a los títulos históricos, a los espacios marítimos históricos reclamados por China, pero analiza el ejercicio de esa soberanía", explicó en entrevista con Xinhua Ferrara, quien se doctoró en Derecho Internacional del Mar y Derecho Energético en la Universidad de California en Berkeley (2010).
Esto supone "una contradicción, porque en el derecho internacional del mar, la tierra ejerce su proyección sobre el mar y todo lo que sucede en el mar, y salvo en la alta mar, que no es este el caso, es un desprendimiento lógico del ejercicio de la soberanía en tierra", remarcó Ferrara.
"Es preciso preguntarse en este sentido por qué el tribunal sí reconoce 'derechos históricos de pesca' de Filipinas y China en la formaciones rocosas del Mar Meridional de China", precisó el experto, que en 2014 fue designado profesor asistente del South China Sea Institute (SCSI) de la Universidad de Xiamen (China).
Al ratificar la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho en el Mar (UNCLOS), China declaró, en virtud del artículo 298, que no iba a someter a los mecanismos de solución de controversias cuestiones relativas a títulos históricos, como las relacionadas a los espacios marítimos incluidos en las nueve líneas señaladas en 1948, recordó Ferrara.
"Creo que China debería mantenerse en su posición tajante de no aceptar el veredicto, no sólo por lo que a sus derechos respecta, sino por la bola de nieve o la concatenación de conflictos posteriores que puede sobrellevar aplicar el laudo arbitral, porque similares declaraciones han realizado Argentina, España, Chile, sobre sus respectivos conflictos de soberanía", anotó.
A su juicio, "el tribunal, con su fallo, ha dado a entender que las declaraciones de los Estados al ratificar UNCLOS son simples sugerencias maleables interpretativamente".
"Si China aplica el laudo arbitral, estamos abriendo la puerta para que futuros tribunales 'a medida', por llamarlos de alguna manera, decidan 'a medida' de aquellos que han creado o llamado a la creación de esos tribunales", manifestó.
Su opinión sobre el laudo "es bastante negativa", aseveró el letrado, quien agregó que "es un laudo casi maniqueo, que denota que hay una parte que es incumplidora persistente de sus obligaciones con la Convención del Derecho del Mar y otra que actúa siempre en buena y debida fe".
Al mismo tiempo, "cabe realizar una reflexión política y contextual acerca de la fuerza vinculante de un laudo relativo a un espacio del sudeste asiático emitido por un tribunal conformado sin siquiera un juez de alguno de esos países", algo que para Ferrara no es "ético".
"Filipinas -continuó- fue representada por abogados de un Estado que ni siquiera es parte de la UNCLOS (EEUU) y por otro Estado, Reino Unido, que es gran generador de conflictos de soberanía alrededor del mundo", subrayó.
Recordó, además, que Beijing y Manila "ya estaban teniendo una negociación previa en el marco de la ASEAN, (pero) la corte sorpresivamente dijo que 'esa negociación no exime a este tribunal de aplicar su jurisdicción porque el documento que genera esa negociación no es un documento legal y no excluye otros métodos de solución de controversias".
"En general, los tribunales se abstienen de intervenir cuando las cuestiones están siendo tratadas por otros tribunales o están siendo negociadas de otra manera, por eso digo que me sorprendió que el tribunal haya decidido intervenir", se lamentó.
China señaló el martes, tras la publicación del laudo, que ni acepta ni reconoce el fallo, que es "nulo e inválido y no tiene carácter vinculante", y reiteró su llamado a solucionar las disputas mediante negociaciones bilaterales.
El presidente chino, Xi Jinping, declaró que las islas del Mar Meridional de China han sido territorio chino desde la antigüedad y reiteró que la soberanía territorial e intereses marítimos de China en ese mar no se verán afectados bajo ninguna circunstancia por el fallo.
China rehusó a participar en el procedimiento de arbitraje y reiteró que el tribunal de La Haya no tiene jurisdicción sobre el caso, el cual, en esencia, está relacionado con la soberanía territorial y la delimitación marítima.