COMENTARIO: Sin jurisdicción, UNCLOS incapaz de resolver la compleja disputa sobre el Mar Meridional de China

Spanish.xinhuanet.com   2016-07-01 16:02:33

BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- La Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS, siglas en inglés) no ha resuelto todas las disputas internacionales ocurridas en el pasado, ni tampoco lo hará en el caso del arbitraje que en 2013 Filipinas inició unilateralmente en La Haya sobre el Mar Meridional de China.

A través de un informe sobre su posición publicado en diciembre de 2014, China enumeró las razones para justificar su no aceptación ni participación en el arbitraje que, según una de ellas, involucra asuntos de la soberanía territorial sobre los cuales la UNCLOS carece de jurisdicción.

China apoya el derecho internacional y por ello rechazó la acción de Manila, una postura que asume para garantizar que el derecho internacional esté a salvo del abuso político y la manipulación.

Sin embargo, algunos gobiernos y medios de comunicación occidentales han tachado la posición china de desacato y no cumplimiento del derecho internacional.

Respetar el derecho internacional no equivale a la aceptación obligada de un arbitraje que no está dentro de la jurisdicción de la UNCLOS.

Cualquiera que sea el fallo no prevalecerá. Esto se debe, en parte, a que hasta ahora ninguna disputa internacional relacionada con la soberanía nacional ha quedado resuelta por un solo arbitraje basado en el derecho internacional. Tal es el caso del conflicto israelo-palestino que dura ya varias décadas.

Además, el propio derecho internacional tiene sus límites.

En lo referente a las disputas que involucran a intereses multilaterales, en vez de reclamaciones territoriales, el derecho internacional no ha funcionado prácticamente.

Con mucha frecuencia, los mecanismos, sujetos a convenciones o pactos internacionales, pueden atenuar las crisis humanitarias, pero sin eliminar sus causas, como ha ocurrido con la reciente entrada masiva de refugiados en Europa.

Los profesores de la Universidad de Harvard, Jack Goldsmith, y de la Universidad de Chicago, Eric Posner, escriben en el libro titulado "Los límites del derecho internacional", que los intereses nacionales están basados y al mismo tiempo restringidos por el derecho internacional.

El tema del Mar Meridional de China es un exacto ejemplo de su punto de vista.

Se trata de una cuestión compleja con elementos políticos e históricos a abordar. Negociar una solución pacífica es la mejor vía para lidiar con esta problemática, teniendo en cuenta la historia, la diplomacia, la cultura, la energía, la seguridad y el transporte.

Para este fin, se necesita un mecanismo efectivo de consultas, al tiempo que se debe reforzar la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, documento aprobado en 2002 por China y los diez países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), incluido Filipinas.

China no se opone a las normas, por el contrario, defiende y aboga por aquellas que son razonables.

Pero, las normas a las que se recurre para solucionar el asunto del Mar Meridional de China no deberían ser establecidas a miles de kilómetros de distancia por oceanógrafos o expertos jurídicos de un tribunal de arbitraje integrado por cinco miembros, principalmente sobre la base de la estructura geológica y la cualidad natural de los arrecifes.

Tampoco se debería llegar a una conclusión parcial respecto a una cuestión regional tan compleja como esta.

La UNCLOS necesita de la protección de todos sus firmantes para que no sea reducida a una herramienta geopolítica, y su razonable aplicación depende de los esfuerzos de cooperación diplomáticos y políticos.

En este sentido, el trabajo del tribunal de La Haya ha sido muy perjudicial.

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COMENTARIO: Sin jurisdicción, UNCLOS incapaz de resolver la compleja disputa sobre el Mar Meridional de China

Spanish.xinhuanet.com 2016-07-01 16:02:33

BEIJING, 1 jul (Xinhua) -- La Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (UNCLOS, siglas en inglés) no ha resuelto todas las disputas internacionales ocurridas en el pasado, ni tampoco lo hará en el caso del arbitraje que en 2013 Filipinas inició unilateralmente en La Haya sobre el Mar Meridional de China.

A través de un informe sobre su posición publicado en diciembre de 2014, China enumeró las razones para justificar su no aceptación ni participación en el arbitraje que, según una de ellas, involucra asuntos de la soberanía territorial sobre los cuales la UNCLOS carece de jurisdicción.

China apoya el derecho internacional y por ello rechazó la acción de Manila, una postura que asume para garantizar que el derecho internacional esté a salvo del abuso político y la manipulación.

Sin embargo, algunos gobiernos y medios de comunicación occidentales han tachado la posición china de desacato y no cumplimiento del derecho internacional.

Respetar el derecho internacional no equivale a la aceptación obligada de un arbitraje que no está dentro de la jurisdicción de la UNCLOS.

Cualquiera que sea el fallo no prevalecerá. Esto se debe, en parte, a que hasta ahora ninguna disputa internacional relacionada con la soberanía nacional ha quedado resuelta por un solo arbitraje basado en el derecho internacional. Tal es el caso del conflicto israelo-palestino que dura ya varias décadas.

Además, el propio derecho internacional tiene sus límites.

En lo referente a las disputas que involucran a intereses multilaterales, en vez de reclamaciones territoriales, el derecho internacional no ha funcionado prácticamente.

Con mucha frecuencia, los mecanismos, sujetos a convenciones o pactos internacionales, pueden atenuar las crisis humanitarias, pero sin eliminar sus causas, como ha ocurrido con la reciente entrada masiva de refugiados en Europa.

Los profesores de la Universidad de Harvard, Jack Goldsmith, y de la Universidad de Chicago, Eric Posner, escriben en el libro titulado "Los límites del derecho internacional", que los intereses nacionales están basados y al mismo tiempo restringidos por el derecho internacional.

El tema del Mar Meridional de China es un exacto ejemplo de su punto de vista.

Se trata de una cuestión compleja con elementos políticos e históricos a abordar. Negociar una solución pacífica es la mejor vía para lidiar con esta problemática, teniendo en cuenta la historia, la diplomacia, la cultura, la energía, la seguridad y el transporte.

Para este fin, se necesita un mecanismo efectivo de consultas, al tiempo que se debe reforzar la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, documento aprobado en 2002 por China y los diez países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), incluido Filipinas.

China no se opone a las normas, por el contrario, defiende y aboga por aquellas que son razonables.

Pero, las normas a las que se recurre para solucionar el asunto del Mar Meridional de China no deberían ser establecidas a miles de kilómetros de distancia por oceanógrafos o expertos jurídicos de un tribunal de arbitraje integrado por cinco miembros, principalmente sobre la base de la estructura geológica y la cualidad natural de los arrecifes.

Tampoco se debería llegar a una conclusión parcial respecto a una cuestión regional tan compleja como esta.

La UNCLOS necesita de la protección de todos sus firmantes para que no sea reducida a una herramienta geopolítica, y su razonable aplicación depende de los esfuerzos de cooperación diplomáticos y políticos.

En este sentido, el trabajo del tribunal de La Haya ha sido muy perjudicial.

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