BEIJING, 30 jun (Xinhua) -- El Tribunal Permanente de Arbitraje (PCA, siglas en inglés) de La Haya señaló el miércoles que un tribunal con una jurisdicción ampliamente cuestionada emitirá el 12 de julio un fallo sobre el caso en el Mar Meridional de China iniciado unilateralmente por Filipinas.
China no acepta ni participa en el arbitraje, y nunca reconocerá el llamado "fallo", ya que es ilegal, nulo y carente de validez por las siguientes razones.
Primero, "Pacta sunt servanda" -locución latina traducida como "lo pactado obliga"- es el principio básico en el derecho internacional. Sin embargo, el inicio del arbitraje de manera unilateral por parte de Filipinas viola su acuerdo con China para resolver cualquier disputa a través de negociaciones bilaterales.
Sobre la base de los acuerdos bilaterales y la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China (DOC), China y Filipinas han elegido la negociación como la vía para solucionar sus disputas, en lugar del arbitraje.
La implementación del arbitraje por parte de Filipinas sin el consentimiento de China contraviene sus obligaciones internacionales con China.
Segundo, la iniciación unilateral del arbitraje por Filipinas viola la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, siglas en inglés).
La UNCLOS estipula que nada impide el derecho a los Estados a resolver una disputa a través de los medios de su propia elección y otros procedimientos se aplicarían únicamente cuando no se haya alcanzado una solución entre las partes.
Dado el hecho de que China y Filipinas han tomado una clara decisión de resolver su disputa mediante negociaciones bilaterales, los procedimientos de solución de una tercera parte son inaplicables.
Tercero, la acción unilateral de Filipinas viola el derecho que disfruta China como parte de la UNCLOS de buscar una vía para la solución de la disputa de su propia elección, a la vez que socava la autoridad y la integridad de la UNCLOS.
Cuarto, el Tribunal de Arbitraje ha violado la UNCLOS y abusado de su poder a voluntad al escuchar el caso y ejercer jurisdicción.
Lo peor de todo es que el Tribunal de Arbitraje ha incrementado las tensiones entre China y Filipinas, afectado la estabilidad del orden marítimo regional e internacional, y contradicho su propósito de solucionar de manera pacífica las disputas internacionales. En conclusiones, este no tiene poder de decisión en la disputa territorial entre los dos países.
