BEIJING, 10 mar (Xinhua) -- En meses recientes, el Mar Meridional de China se ha convertido en un asunto de conflicto debido a que algunos países de la región, instigados desde el exterior, tratan de provocar revuelo con la esperanza de capitalizarlo.
En otras palabras, la fuente del problema son los esfuerzos para crear disputas con la esperanza de sacar provecho de ello, pero la estabilidad regional requiere de esfuerzos para encontrar bases comunes y reducir las diferencias.
El asunto del Mar Meridional de China se ha exacerbado luego de que Estados Unidos incrementara su retórica acerca de la "militarización" del Mar Meridional de China por parte de China y después de que Filipinas buscó de manera unilateral el arbitraje internacional.
La acción de Manila llevó a algunas personas a creer que China podría ser responsable de la escalada de la situación. Pero eso no es verdad.
China mantiene la soberanía indiscutible sobre las islas del Mar Meridional de China y sus aguas adyacentes. Las islas filipinas no eran un país independiente cuando China estableció su demarcación marítima después de la Segunda Guerra Mundial.
El caso de arbitraje es esencialmente engañoso porque ha sido presentado de forma unilateral contra un país cuyos derechos soberanos legítimos han sido violados. Es contrario a los compromisos bilaterales, a la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China y a las prácticas internacionales.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, declaró que China ha actuado en total cumplimiento de la ley internacional, por lo que no acepta el arbitraje.
China ha optado no involucrarse en la pelea por una segunda razón. El caso fue presentado por Filipinas sin tomar en cuenta su efecto perjudicial en la paz y la estabilidad regionales, impulsado por la instigación y manipulación de fuerzas exteriores.
No se necesita tener mucha visión política para ver que la estrategia de Filipinas no funcionará. Ni se requiere ser un experto para darse cuenta de que las potencias externas están detrás del intento de crear problemas en la región. No es coincidencia que las tensiones escalaron cuando Estados Unidos presentó su estrategia "pivote asiático".
Además de instigar desde atrás, Estados Unidos envió hace poco barcos y aviones de guerra al Mar Meridional de China, bajo el argumento de que las patrullas tienen el objetivo de evaluar la libertad de navegación. Además, reforzó su retórica acerca de la llamada militarización del Mar Meridional de China por parte de China.
Con su provocación militar en el Mar Meridional de China, Estados Unidos está fortaleciendo su presencia en la región de Asia Pacífico. Al colaborar para confrontar a China política y militarmente, Estados Unidos y sus aliados podrían estar pensando que pueden socavar el ambiente externo de China y desacelerar su desarrollo pacífico.
Es iluso que Manila y Washington piensen que pueden beneficiarse de la generación de problemas sobre el asunto del Mar Meridional de China. China no teme a los problemas, aunque nunca ha sido una provocadora de conflictos.