BEIJING, 8 mar (Xinhua) -- Las aguas tranquilas del Mar Meridional de China se han agitado recientemente porque algunos países foráneos han estado expandiendo su presencia y haciendo demostraciones de fuerza en la región.
Esas actividades peligrosas e irresponsables sólo pondrán en riesgo la estabilidad regional, y es aconsejable que algunos de los países de fuera de la región del Mar Meridional de China se abstengan de enlodar las aguas aquí y de pescar para su propio beneficio político.
De acuerdo con informaciones periodísticas, las Fuerzas de Autodefensa marítima de Japón planean enviar un submarino y dos buques de guerra a la bahía Subic en Filipinas para una visita portuaria el mes próximo, y después, los navíos se dirigirán hacia la bahía Cam Ranh en Vietnam.
Ésa sería la primera ocasión en 15 años que un submarino japonés visite Filipinas, pero aparentemente no es la primera ocasión que Tokio trata de agitar el Mar Meridional de China extendiendo su influencia militar en el Pacífico occidental estratégicamente crucial.
Aunque Japón no reclama soberanía en el Mar Meridional de China, en los años recientes ha adoptado un enfoque gradual para incrementar su intervención en las aguas con el fin de confrontar a China.
Japón, que busca reforzar su presencia militar en la región, ha tenido discusiones a nivel de trabajo con algunos países asiáticos sobre cooperación en equipo de defensa. Al mismo tiempo, Tokio y Manila han sostenido negociaciones para que embarcaciones y aviones de Japón tengan acceso a bases militares filipinas.
Informes recientes también revelan que Japón intenta obsequiar tres aviones Beechcraft TC-90 King Air a Filipinas.
El avión TC-90 tiene un radio de acción que duplica al de las aeronaves de la Armada filipina y será capaz de cubrir la mayoría de las islas Nansha. Manila usará los aviones para llevar a cabo misiones de patrullaje en el Mar Meridional de China.
En lugar de hacer esfuerzos tangibles para mejorar las relaciones con China, es obvio que la administración japonesa está más interesada en profundizar sus relaciones estratégicas con naciones involucradas en disputas en el Mar Meridional de China para contener a su vecina.
Esas acciones sólo tendrán un impacto negativo en la seguridad regional porque muy probablemente la intervención, sobre todo la de tipo militar de países foráneos, reducirá la disposición de los países regionales a resolver las viejas disputas a través del diálogo y de la negociación. Por lo tanto, se incrementará la posibilidad de que opten por la confrontación y recurran a la fuerza militar.
La de por sí compleja situación en el Mar Meridional de China exige sobriedad y moderación, en lugar de una intervención arbitraria con motivos egoístas, lo que sólo provocará problemas, y finalmente pondrá en riesgo la estabilidad regional y perjudicará los intereses de todos los países de la región.