BUENOS AIRES, 26 feb (Xinhua) -- El Proyecto Carayá, fundado hace 20 años en Argentina, es un centro de rehabilitación para monos de esta especie en peligro de extinción que los recupera del tráfico ilegal, explicó la responsable del centro, María Alejandra Juárez.
La ambientalista expuso a Xinhua que se trata de un santuario para el rescate, rehabilitación y conservación de primates, el cual se ubica en la ciudad de La Cumbre en la provincia central de Córdoba a unos 800 kilómetros de Buenos Aires (capital).
Su objetivo es el rescate de esta especie de mono local, tarea que se realiza prácticamente "a pulmón", es decir, sin apoyo oficial.
Juárez explico que la reserva cuenta con un total de 160 primates carayá, "el mono más austral del mundo", que "lamentablemente" no sobrevive en cautiverio por ser muy vulnerable y cuyo mantenimiento se considera muy difícil.
El carayá es un mamífero "muy comercializado" en Argentina, ya extinto en la norteña provincia de Misiones, debido a una epidemia de fiebre amarilla.
Se trata del primate más corpulento de la región, que puede llegar a pesar hasta 10 kilogramos en el caso de los machos adultos y seis en cuanto a las hembras.
La encargada sostuvo a esta agencia que el Proyecto Carayá busca darle una oportunidad a esta especie de primate, enseñandolos "a volver a ser monos, a que vivan libres en grupos".
"Buscamos repoblar las áreas donde había y ya no hay más", comentó la encargada de la iniciativa.
En Argentina es ilegal tener a un mono como mascota, por lo que muchas de las personas que los tienen en cautiverio los abandonan
ante la primera complicación.
El albergue sobrevive mediante dos fuentes de financiamiento: el voluntariado extranjero y las visitas del público que no resultan "invasivas".
"Siempre me gustaron los animales. No pude estudiar Veterinaria ni Biología e hice Historia con orientación hacia Antropología. Cuando hice mi tesis 'La historia del zoológico de Córdoba', me enganché (entusiasmé)", dijo Alejandra.
Expuso que dejó la tesis y empzó a trabajar con animales, pero al ver la problemática del mono carayá, empezó a trabajar con ellos, "y así surgió el proyecto".