ESPECIAL: Asistencia humanitaria de CICR ayuda a civiles de este de Ucrania a superar crisis

Spanish.xinhuanet.com   2016-02-23 07:05:36

KIEV, 22 feb (Xinhua) -- María, una anciana del este de Ucrania, está formada para recibir un paquete de ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja y señala que "los precios han subido, pero mi pensión sigue siendo precaria. Las personas de este lugar pueden padecer inanición sin la ayuda humanitaria", dijo.

María vive en Netailove, una pequeña aldea de la región de Donetsk, a alrededor de 12 kilómetros del frente de batalla entre las tropas del gobierno y los insurgentes que buscan la independencia. La aldea de María está al borde del desastre humanitario y enfrenta escasez de alimentos y medicamentos.

La ayuda de la Cruz Roja es una de las pocas fuentes de provisiones para los residentes de Netailove, quienes empezaron a formarse desde las primeras horas del día en la calle principal de la aldea, donde aguardan con paciencia un camión humanitario del CICR con cerca de 700 paquetes de ayuda con alimentos y equipos de higiene.

La ayuda del CICR es un salvavidas para los aldeanos. Cuando el camión llegó, la gente se puso inquieta y empezó a amontonarse a su alrededor, por el temor de no alcanzar un paquete humanitario vital para que sus familias sobrevivan otro mes.

Las personas en la multitud se veían cansadas de la pobreza, el desempleo y la inestabilidad. Los jóvenes se veían particularmente desesperados por no tener otro medio de sustento.

Antes del conflicto, Netailove era una aldea agrícola bien desarrollada con una población de cerca de 1.500 habitantes. Los enfrentamientos en el área en el verano de 2014 dejaron los campos de cultivo cercanos llenos de minas terrestres y proyectiles sin explotar y obligaron a muchos de los residentes a huir de sus casas.

Es más, muchos desplazados de la aldea de Pisky y de la ciudad de Donetsk, donde todavía continúan los enfrentamientos, están refugiados en Netailove. A pesar de la amenaza de las minas terrestres, algunos han iniciado la agricultura a pequeña escala como la única forma de alimentar a su familia.

"Encontramos varias formas de sobrevivir: los jubilados dependen de sus pensiones, de la ayuda humanitaria y nosotros vivimos del campo y de criar ganado", dijo Elena, otra residente de Netailove que llegó desde la aldea de Pisky.

Durante el invierno, la época más difícil del año, los residentes de Netailove necesitan medicamentos y prendas de vestir, pero muchas personas sin dinero no pueden adquirirlas.

Por consiguiente, la ayuda humanitaria del CICR, que incluye mantas calientes, productos de higiene, así como medicamentos para niños y personas con enfermedades crónicas o graves, se ha convertido en otra tabla de salvación para los residentes de Netailove.

En otras aldeas en la conflictiva región oriental de Ucrania, la situación humanitaria es igual de difícil. El personal de la Cruz Roja está trabajando día y noche para ayudar a los más vulnerables con la asistencia que requieren con urgencia.

"Nuestra oficina trabaja con más de 20 asentamientos ubicados cerca de la línea de demarcación o atravesados por ella. El tipo de ayuda que ofrecemos es como la de hoy: alimentos y equipos de higiene, un equipo por persona", dijo Natalia Vasilyuk, una experta del Departamento de Cooperación y Relaciones Públicas de la oficina del CICR en Slavyansk.

Vasilyuk, una joven de alrededor de 25 años de edad, es integrante de un equipo del CICR encargado de la distribución de ayuda en la conflictiva región.

Al igual que los demás trabajadores de la Cruz Roja, Vasilyuk no utiliza casco ni chaleco antibalas, lo que muestra que el CICR no es una organización militarizada y que sus empleados son protegidos por la Convención de Ginebra.

No obstante, después de distribuir la ayuda, los trabajadores de la Cruz Roja tienen que salir de la aldea lo más pronto posible antes de la puesta del sol por razones de seguridad, debido a que los ataques de artillería en el frente de batalla normalmente son reanudados al anochecer, lo que vuelve en extremo peligroso su regreso a la oficina en Slavyansk.

Los residentes de Netailove también se apresuran para regresar a casa. Con raras sonrisas en el rostro, los aldeanos llevan los masivos paquetes de ayuda en bicicletas o carritos de carga, aliviados porque las provisiones vitales les ayudarán a superar otro período de tiempos difíciles sin fin a la vista.

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KIEV, 22 feb (Xinhua) -- María, una anciana del este de Ucrania, está formada para recibir un paquete de ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja y señala que "los precios han subido, pero mi pensión sigue siendo precaria. Las personas de este lugar pueden padecer inanición sin la ayuda humanitaria", dijo.

María vive en Netailove, una pequeña aldea de la región de Donetsk, a alrededor de 12 kilómetros del frente de batalla entre las tropas del gobierno y los insurgentes que buscan la independencia. La aldea de María está al borde del desastre humanitario y enfrenta escasez de alimentos y medicamentos.

La ayuda de la Cruz Roja es una de las pocas fuentes de provisiones para los residentes de Netailove, quienes empezaron a formarse desde las primeras horas del día en la calle principal de la aldea, donde aguardan con paciencia un camión humanitario del CICR con cerca de 700 paquetes de ayuda con alimentos y equipos de higiene.

La ayuda del CICR es un salvavidas para los aldeanos. Cuando el camión llegó, la gente se puso inquieta y empezó a amontonarse a su alrededor, por el temor de no alcanzar un paquete humanitario vital para que sus familias sobrevivan otro mes.

Las personas en la multitud se veían cansadas de la pobreza, el desempleo y la inestabilidad. Los jóvenes se veían particularmente desesperados por no tener otro medio de sustento.

Antes del conflicto, Netailove era una aldea agrícola bien desarrollada con una población de cerca de 1.500 habitantes. Los enfrentamientos en el área en el verano de 2014 dejaron los campos de cultivo cercanos llenos de minas terrestres y proyectiles sin explotar y obligaron a muchos de los residentes a huir de sus casas.

Es más, muchos desplazados de la aldea de Pisky y de la ciudad de Donetsk, donde todavía continúan los enfrentamientos, están refugiados en Netailove. A pesar de la amenaza de las minas terrestres, algunos han iniciado la agricultura a pequeña escala como la única forma de alimentar a su familia.

"Encontramos varias formas de sobrevivir: los jubilados dependen de sus pensiones, de la ayuda humanitaria y nosotros vivimos del campo y de criar ganado", dijo Elena, otra residente de Netailove que llegó desde la aldea de Pisky.

Durante el invierno, la época más difícil del año, los residentes de Netailove necesitan medicamentos y prendas de vestir, pero muchas personas sin dinero no pueden adquirirlas.

Por consiguiente, la ayuda humanitaria del CICR, que incluye mantas calientes, productos de higiene, así como medicamentos para niños y personas con enfermedades crónicas o graves, se ha convertido en otra tabla de salvación para los residentes de Netailove.

En otras aldeas en la conflictiva región oriental de Ucrania, la situación humanitaria es igual de difícil. El personal de la Cruz Roja está trabajando día y noche para ayudar a los más vulnerables con la asistencia que requieren con urgencia.

"Nuestra oficina trabaja con más de 20 asentamientos ubicados cerca de la línea de demarcación o atravesados por ella. El tipo de ayuda que ofrecemos es como la de hoy: alimentos y equipos de higiene, un equipo por persona", dijo Natalia Vasilyuk, una experta del Departamento de Cooperación y Relaciones Públicas de la oficina del CICR en Slavyansk.

Vasilyuk, una joven de alrededor de 25 años de edad, es integrante de un equipo del CICR encargado de la distribución de ayuda en la conflictiva región.

Al igual que los demás trabajadores de la Cruz Roja, Vasilyuk no utiliza casco ni chaleco antibalas, lo que muestra que el CICR no es una organización militarizada y que sus empleados son protegidos por la Convención de Ginebra.

No obstante, después de distribuir la ayuda, los trabajadores de la Cruz Roja tienen que salir de la aldea lo más pronto posible antes de la puesta del sol por razones de seguridad, debido a que los ataques de artillería en el frente de batalla normalmente son reanudados al anochecer, lo que vuelve en extremo peligroso su regreso a la oficina en Slavyansk.

Los residentes de Netailove también se apresuran para regresar a casa. Con raras sonrisas en el rostro, los aldeanos llevan los masivos paquetes de ayuda en bicicletas o carritos de carga, aliviados porque las provisiones vitales les ayudarán a superar otro período de tiempos difíciles sin fin a la vista.

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