WASHINGTON, 2 feb (Xinhua) -- La Casa Blanca condenó hoy el plan de República Popular Democrática de Corea (RPDC) para lanzar un nuevo satélite y pidió una rápida respuesta de la comunidad internacional a lo que describió como "otra provocación irresponsable".
"Con seguridad les digo que la comunidad internacional considerará una medida como esta por parte de los norcoreanos (RDPC) como otra provocación irresponsable y como una clara violación de sus obligaciones internacionales", dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, en una conferencia de prensa.
RPDC ha informado a tres agencias de Naciones Unidas sobre su intención de lanzar un satélite de observación terrestre entre el 8 y el 25 de febrero, indicó hoy un vocero de la ONU.
Pero la parte norcoreana aún no confirma el plan.
Earnest dijo que Estados Unidos ha trabajado estrechamente con China, República de Corea, Rusia y Japón para comunicar a Pyongyang la necesidad de "poner fin a sus acciones provocadoras".
También hoy, el Departamento de Estado de Estados Unidos exhortó a la comunidad internacional y a la ONU a responder rápidamente y a imponer nuevas sanciones contra Pyongyang.
"El Consejo de Seguridad de la ONU tiene un papel que desempeñar al hacer que (RPDC) rinda cuentas mediante la imposición de un paquete duro, integral y creíble de nuevas sanciones y a través de la aplicación vigorosa de las resoluciones ya adoptadas", dijo el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, en la conferencia de prensa diaria.
"Este último anuncio subraya aún más la necesidad de que la comunidad internacional transmita a los norcoreanos (RPDC) el mensaje firme y rápido de que su incumplimiento de las obligaciones del Consejo de Seguridad de la ONU no será tolerado", dijo Kirby.
La administración Obama ha estado analizando la imposición de sanciones adicionales contra RPDC en respuesta a su reciente prueba nuclear.
RPDC indicó que el mes pasado probó con éxito una bomba de hidrógeno. Sin embargo, el anuncio fue recibido con escepticismo por funcionarios y expertos nucleares de Estados Unidos y República de Corea.
